Se sienten pasos: Crecen rumores sobre salida del ministro Castilla
Se sienten pasos: Crecen rumores sobre salida del ministro Castilla

Lima es una ciudad de chismes, ya se sabe, pero hay ciertas informaciones "sin confirmar" que adquieren verosimilitud por los hechos en que se basan y por la oportunidad en que se formulan. Uno de ellos tiene que ver con la probable partida del ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, quien lleva poco más de dos años en el cargo. Se asegura que una importante posición en el Banco Mundial lo espera –un sillón en su directorio, en Washington-, con todas las prerrogativas económicas que el puesto entraña, y que ya se habría empezado a agotar el tiempo por el que este importante organismo estaría dispuesto a esperar por él.

Otras versiones, cercanas al Ejecutivo, añaden que Castilla acusa cierto agotamiento al punto que ya había expresado su intención de abandonar el MEF en diciembre próximo. No se trataba de un ultimátum, sino de las facilidades de haber cultivado una muy buena relación con el presidente Ollanta Humala y la primera dama Nadine Heredia. Castilla parece estar llegando al límite de su gestión y esa es una apreciación que comparten algunos ministros consultados para esta nota, los mismos que indican no haber identificado señales de desgaste en la relación con la pareja presidencial. "Si se va, debe ser porque él lo quiere", expresó una de nuestras fuentes.

Pérdida de poder político tampoco parece ser una razón para su salida. La última Encuesta del Poder preparada por la publicación especializada Semana Económica lo ubica en el tercer puesto, es decir, como el personaje gubernamental más influyente solo por debajo del mandatario y su esposa, y muy por encima del jefe del gabinete –Juan Jiménez- y otros hombres del entorno íntimo del Ejecutivo. Así, su salida tendría lugar antes de fin de año. Aún no hay fecha precisa, pero podría darse antes de lo que muchos se imaginan, se insiste.

BARAJA CARGADA. Si procede el alejamiento de Castilla, la gran pregunta que muchos se hacen es quién lo sucederá en tan importante cargo. En ese sentido, hay versiones que apuntalan la llegada de economistas de primer nivel al siempre complicado despacho del jirón Junín. Entre ellos se ha mencionado a Juan Ruiz, economista jefe para América del Sur del BBVA. También a Luis Oganes, economista jefe para América Latina del JP Morgan. Y de Piero Ghezzi, jefe de Economía, Mercados Emergentes e Investigación de Comercio Exterior de Barclays. Los tres, unos ases del mundo de las finanzas con un perfil similar a Castilla, quien sin embargo venía de varios años como alto funcionario y viceministro en el MEF, lo que lo fogueó.

De los nombres mencionados, el de Oganes despierta cierto interés pues –se dice- se trata de un amigo de la infancia de Ollanta Humala e hijo de militar, por lo que la empatía entre ambos fluye sin cortapisas. Asimismo, los memoriosos apuntan que poco antes de asumir en julio de 2011, se dijo que el presidente electo consultó con Oganes la pertinencia de colocar a Castilla al frente de la nave económica. De ahí que varios den a este experto radicado en Nueva York como una carta de peso.

Sin embargo, no puede soslayarse que el estilo de gobierno de la pareja presidencial, con una primera dama que interviene en ciertos temas económicos –y vaya que la sombra de Nadine se sintió en el tema de la frustrada compra de Repsol-, puede tener una carga disuasoria para los mejor plantados. De ahí que no se descarte un sucesor de Castilla de perfil mucho más discreto, quizá de su propio equipo en el MEF y habituado al estilo de la dupla Humala-Heredia, si su salida se concreta.

Ahora bien, hay quienes creen que con Castilla fuera del gabinete ciertos proyectos emblemáticos del Gobierno podrían finalmente despegar. Así, una 'luz verde' para destrabar el Gaseoducto Sur Peruano -otrora Gaseoducto Sur Andino, que incluso contaba con estudio de impacto ambiental en la gestión pasada-, o el Nodo Energético (Ancash) e incluso el Proyecto Majes–Sihuas (Cusco), paralizados durante lo que va de esta administración, no necesariamente se destrabarían. Para el parlamentario Juan Carlos Eguren (PPC) "la solución no va por el cambio de ministro, porque (lo que se requieren) son soluciones políticas que le competen al presidente Ollanta Humala".

Eguren añade que "en vez de descentralizar, la visión centrista le está haciendo mal a este Gobierno y esto se puede ver en el presupuesto asignado para la administración central, que ha aumentado de 67% a 70%", enfatiza.

LO DE LAS AFP TRAERÁ COLA. A la posibilidad de perder un ministro de Economía que le da tranquilidad a la tribuna empresarial, se sumó el retroceso que debió implementar el Ejecutivo en el tema de los aportes obligatorios que los servidores independientes menores de 40 años debían hacer a una AFP. La medida fue defendida por Castilla la semana pasada, en el entendido que es necesario impulsar una cultura de ahorro previsional aún no extendida en el país, pero la política pudo más (ver los reclamos de jóvenes profesionales en el reportaje "Réquiem por un sueldo", pág. 46 en esta edición). El primer ministro Juan Jiménez hizo el anuncio el martes 3, respecto a la suspensión de la medida. Cómo habrá sido de esperada la medida que hasta Nadine Heredia metió su cuchara explicando esta decisión, buscando ganarse alguito.

Pero en el Congreso quieren ir más allá. En la Comisión de Defensa del Consumidor se propone anular la afiliación obligatoria –hoy solo "suspendida"- hasta que sea mejor debatida. Y en el PPC piden una suspensión indefinida. Para el congresista de Acción Popular – Frente Amplio (AP-FA), Víctor Andrés García Belaunde, el procedimiento de anulación de la ley es sumamente sencillo: "Se derogan las normas de menor rango en las que han fijado fechas y montos para poder descontar, de tal manera que la ley queda vigente, pero sin reglamento para aplicarse. El Gobierno puede desactivar esta norma anulando ciertas resoluciones, pero habrá que derogarla más adelante".

El Ejecutivo mostró reflejos para dar marcha atrás en una norma polémica, pero que sí contaba con la simpatía ideológica de Castilla. Quizá esta sea la señal más clara de que su tiempo en el Ejecutivo se va agotando y se abra la etapa para un ministro más abierto a los requerimientos del presidente. Ojalá nomás que sepa decir 'No' cuando deba hacerlo.