Análisis del primer año de la gestión de Martín Vizcarra
Análisis del primer año de la gestión de Martín Vizcarra

Hoy se cumple exactamente un año desde que  Cornejo asumió la Presidencia del Perú, tras la dimisión de Pedro Pablo Kuczynski en medio de una crisis generada por la revelación de los “Mamanivideos”. Desde entonces, el moqueguano usó la lucha contra la corrupción como su principal bandera para sintonizar con la población. Sin embargo, la revelación de sus vínculos con el consorcio Conirsa, así como la percepción de la población sobre los avances en la Reconstrucción y en otros sectores ocasionaron un descenso notable en su popularidad. Correo conversó con analistas que hicieron un análisis del primer año de gestión del jefe de Estado, que aún tiene una amplia tarea pendiente. 

Balance

Para el analista político Juan de la Puente, fue un buen año para Vizcarra. “Porque pudo mover un conjunto de iniciativas reformistas que terminaron en el referéndum, y segundo porque convirtió en un asunto nacional la lucha contra la corrupción”, expresó.Para el especialista, es algo que no se vio en los gobiernos anteriores “o por lo menos en esa magnitud”.“Diría que el balance del primer año de Vizcarra es un Gobierno que planteó al Perú reformas y es un acierto positivo que reconoció la opinión pública”, señaló De la Puente. En contraste, el analista político César Campos indica que, aunque Vizcarra intenta reposar la intención de su Gobierno en algunos objetivos, aún tiene puntos por trabajar.“Las expectativas económicas siguen siendo consecuencia de un piloto automático. La inversión pública ha caído dramáticamente en el mes de enero; la inversión privada no se alienta (...). Lo que está ocurriendo en Las Bambas ocasiona el desaliento de la inversión minera (...)”, explicó. Para Campos, el Mandatario se preocupó más en tener popularidad que en gobernar.“La gobernabilidad sigue siendo un pasivo y sobre todo en aspectos tan puntuales como la inseguridad ciudadana, que cada día se pone peor. La salud sigue teniendo déficit de atención, sobre todo en hospitales públicos “, comentó.

Popularidad

Sin embargo, ambos analistas coinciden en que el referéndum, propuesto por el presidente Vizcarra durante su mensaje a la Nación en julio del año pasado, marcó un hito durante su gestión.“Yo diría que la popularidad del Presidente está construida sobre las reformas que él ha impulsado y sobre su lucha contra la corrupción; eso es innegable, negar eso es negar la realidad”, sostiene De la Puente. Añade que Vizcarra ganó el referéndum y lo hizo limpiamente.Para Campos, con el referéndum Vizcarra logró lo que se denomina “pugna por la legitimidad”.“Él no asumió las riendas del Gobierno con el propósito de establecer una hoja de ruta para gobernar; lo primero que hizo fue establecer una hoja de ruta para establecer legitimidad, y esa legitimidad la encontró en el discurso anticorrupción y en la propuesta de reforma política”, comentó. En la misma línea, explica que las reformas son lo único que puede considerar que motivó el aplauso de la mayoría a la fecha.“Y que mantiene la creencia que en la persona del presidente Vizcarra hay un hombre que tiene alguna clase de virtud política. Creo que, al contrario, su déficit mayor es que no nos da un destino de gobernabilidad. No sabemos hacia dónde vamos, no tenemos un objetivo claro”, resaltó. Además, indicó que la primera y más alta preocupación de Vizcarra ha sido cómo conseguir el aplauso de las tribunas. “Y lo consiguió a costa de decisiones populistas y demagógicas”, manifestó. 

Tarea pendiente

Aunque prefiere no hacer referencia a la palabra “desaciertos”, Juan de la Puente indica que Vizcarra tuvo una omisión en la gestión de su primer año.“Una gran omisión es no haberle prestado una atención más fuerte, más decisiva, a la gestión pública”, enfatizó.En otro momento, el analista destaca que el impulso reformista de Vizcarra ha decaído notablemente.“El Presidente ganó la narrativa de las reformas, pero eso no significa que la reforma ya se concretó; eso es un reto”, acotó.Además, sostiene que el jefe de Estado no le está dando la prioridad a las reformas planteadas por la comisión Tuesta. “El Gobierno ha esperado 15 días para decirnos que va a someter a debate la propuesta, cuando en realidad tuvo que hacer lo mismo que hizo con las propuestas de la comisión Wagner y entregarlas al Congreso”, expresó. Por último, destaca que el país necesita cambios profundos y que la población está reclamando los mismos.“Si deja caer las reformas, la opinión pública será crítica con él”, indicó. Una postura similar tiene Campos sobre el camino que tomará Vizcarra acerca de las propuestas de reforma política.“Me sorprendió que Vizcarra llame ‘insumo’ al trabajo de la comisión Tuesta (...). ¿Quiere decir que hay trabajos paralelos? Yo diría que es un documento base sobre el cual hay que discutir la reforma”, señaló. En ese sentido, le recuerda al Mandatario que las expectativas del pueblo peruano no se lograrán con apenas levantar una bandera de lucha contra la corrupción.“El bajo índice de popularidad está referido a que ahora el pueblo exige que se gobierne. Se ha presentado la caída de huaicos y desbordes en el sur del país. Los compatriotas de los extremos del país están sintiendo que no tienen prevención”, resaltó. 

¿Y la economía?

El economista Pablo Secada dijo a Correo que el Gobierno de Martín Vizcarra heredó una guerra política y que logró librarla; sin embargo, no se hizo más.“No solo pasó el temor de que el Gobierno llegara al 2021, sino que propuso una reforma política; hasta allí todo está muy bien, pero llegó a tener 2/3 de la popularidad a los meses de iniciar su gestión y en realidad no ha hecho una reforma acuciosa en materia económica”, indicó.Para Secada, el Mandatario no aprovechó el espacio político que tuvo para plantear reformas económicas.“La economía tiene que crecer más rápido. Se tienen que volver a generar aumentos de productividad y si tienes un espacio político como el que creó (Vizcarra), es una pena que no los haya usado”, precisó.En ese sentido, recuerda que el país está creciendo, aunque no a buen ritmo y por eso la pobreza aumentó por primera vez en 15 años.“El Estado es un desastre (...). Si queremos que las cosas se muevan, tenemos que hacer reformas; por ello, el Gobierno debió aprovechar la popularidad que tenía y presentar más reformas”, indicó.Por ahora, uno de los primeros retos que tendrá que afrontar Vizcarra es que su gabinete, al mando de Salvador del Solar, reciba el voto de confianza del Congreso en la primera semana de abril.Además, tendrá que mantener su impulso reformista y afrontar las investigaciones que le sigue el Congreso a una de las empresas que estuvo a su nombre y que contrató con el consorcio Conirsa.