'Vitocho': "En julio el Congreso se vuelve un mercado persa"
'Vitocho': "En julio el Congreso se vuelve un mercado persa"

Tras la repartija de los cargos para el TC, el BCR y la Defensoría del Pueblo, esta semana acudimos a la nueva repartija de cargos para la Mesa Directiva del Congreso, institución que terminaría por convertirse en la mesa de partes del Gobierno. ¿Es tan difícil para la oposición marchar unida? Víctor Andrés García Belaunde nos explica por qué y analiza los dos primeros años de Ollanta Humala y lo que se viene.

Correo: ¿Usted es de los que se acuestan opositores y amanecen gobiernistas?

Víctor Andrés García Belaunde: No me siento parte del Gobierno. Todos los que se han indignado con la reciente elección de magistrados del TC y la Defensoría, no se dan cuenta de que eso es parte de las negociaciones que se llevan a cabo siempre en esta época del año para conformar la Mesa Directiva, y allí sí hay una verdadera repartija. Los votos se subastan al mejor postor. En julio, el Congreso, más que un circo, se convierte en un mercado persa. No elegimos a los mejores sino al que ofrece más.

C: ¿Y no sería más ventajoso para toda la oposición unirse para controlar la Mesa Directiva en lugar de negociar mendrugos con Gana Perú?

VAGB: Visto numéricamente, la posibilidad existe, pero allí tienes a un buen candidato como Javier Bedoya que, al no encontrar un respaldo mínimo, declina, y su propia bancada, media hora después, le toca la puerta a Otárola y le da sus votos a cambio de una vicepresidencia. Se convirtió en la "Alianza por el Gran Cambiazo".

C: Pero tener a Fredy Otárola es la mejor garantía de seguir perjudicando la imagen del Congreso. ¿No se dan cuenta de que están jugando con fuego y que en cualquier momento se puede venir el "disolver, disolver"?

VAGB: Lamentablemente, no hay perspectiva de futuro en muchos colegas. Solo hay el presente, el "qué me das". Muchos que llegan al Congreso como su máxima aspiración política, una vez que se instalan en la curul, sienten que no es suficiente, que hay que presidir una comisión u obtener un cargo en la Mesa Directiva, y entran en una espiral de ambiciones desenfrenadas. Pero hay una corresponsabilidad entre el elegido y los electores que hace imperativo un cambio en el sistema electoral.

C: ¿Y eso es posible?

VAGB: Hay que intentarlo. Yo creo que hoy día, más que nunca, se hace necesario implantar la revocatoria congresal.

C: Pero si la clase política en pleno acaba de manifestarse en contra de ese mecanismo democrático apoyando a la alcaldesa de Lima... ¿El cambio no debería venir en el sistema de elección, por ejemplo, el distrito uninominal?

VAGB: En el Congreso pasado planteé, y se rechazó, la imposibilidad de postular de quienes tienen un proceso penal por algún delito contra el Estado, porque esos solo buscan su "ampay me salvo". Pero claro, los puristas salen a decir que se atenta contra la presunción de inocencia. ¡Oiga!, nadie está obligado a postular al Congreso. La propuesta de los distritos uninominales es linda en la teoría, pero aquí no funcionaría, porque no tenemos un sistema bipartidista; además que hablamos de 280,000 electores por cada parlamentario.

C: El 2011 se prometió combatir el transfuguismo. Dos años después, algunos congresistas ya cambiaron hasta dos veces de camiseta. Ustedes, que fueron los pioneros...

VAGB: ¡Para nada! En primer lugar, no nos fuimos, nos sacaron. Yo me enteré por radio. Y nos sacaron los mismos que hoy han formado esta bancada de Unidad Regional. Encima, nosotros somos integrantes de un partido más antiguo que nuestros aliados, mientras estos últimos cinco, que en principio eran invitados de Perú Posible, luego se inscribieron. ¡Ellos sí son tránsfugas! Hay un proyecto mío contra el transfuguismo para que quien abandona una bancada, no pueda formar o integrarse a otra. Pero no se aprueba porque muchos quieren dejar sus opciones abiertas.

C: ¿Como los pescados que le quedan a Toledo?

VAGB: Solo podrían irse, y algo han adelantado, los dos de Somos Perú. Los otros creo que sí están comprometidos con la defensa de su líder. Algunos piensan que ahora que se le dio facultades a la Comisión de Fiscalización, se le viene la noche, pero la verdad es que esa comisión está saturada. Tendrían que trabajar día y noche; sábados, domingos y feriados. Salvo lo mediático, estoy seguro de que la Fiscalía podrá actuar y llegar a conclusiones más rápidamente.

C: Se cumplen dos años del gobierno nacionalista de Ollanta Humala. ¿Cuál es su balance?

VAGB: Yo creo que el problema es que le exigimos a Humala más de lo que puede dar. Él fue elegido por descarte y aun así ha hecho cosas interesantes y alcanzó un respaldo de casi 60%. Más que hacer un balance, me preocupa lo que se viene. No veo a un Gobierno fuerte, con ideas claras y estrategias para poder superar esta disminución del crecimiento económico.

C: Ni esta escalada de violencia política...

VAGB: Es que una cosa atrae a la otra. Recuerda que estamos en tercer lugar en el mundo en tasa de crecimiento de los últimos diez años. Como eso no se refleja ni en el bolsillo de los peruanos ni en los servicios que reciben del Estado, el malestar se traslada a las calles. Hay un rumbo de colisión entre decrecimiento económico e insatisfacción que puede explotarle a Humala en uno o dos años si es que no hace algo. Yo creo que mañana (hoy) debe asumir el liderazgo en dos temas cruciales: la inseguridad ciudadana y el combate a la corrupción; ambos van de la mano. La corrupción nos desangra y nos vuelve aún más ineficientes.

C: ¿Y es posible transmitir liderazgo cuando hoy la percepción generalizada es que quien corta el jamón en Palacio es otra persona?

VAGB: Sí, claro. No elegimos a un Presidente bicéfalo. Aquí depende de los ministros si le hacen caso a Nadine o no. Y si "desobedecerla" implica perder la confianza y el cargo, pues hay que rescatar la vocación de renuncia. En 1981, José María de la Jara renunció al Ministerio del Interior porque un estudiante murió durante una protesta en el Cusco.

C: ¿Y Jiménez Mayor debería tener esa vocación de renuncia?

VAGB: Yo le daba una vida de seis meses. Es probable que no sea la locomotora que necesita el gabinete, pero es honrado y transparente, y eso hay que rescatarlo. Tres gabinetes en dos años es fatal para la gobernabilidad. Y cada nuevo ministro trae a su gente.

C: Pero aquí la gente se la ponen desde Palacio...

VAGB: Lo que Humala no ha entendido es que se necesitan ministros políticos antes que técnicos. Tú solo sabes quién es el ministro de un sector por noticias ajenas, como el incendio de un depósito de computadoras. A Grados Bertorini hay gente que todavía lo recuerda porque era un ministro proactivo. Los ministros de hoy le huyen a las cámaras y los micrófonos. No salen, no convencen. Por eso ahora estamos más pendientes del Twitter de la Primera Dama.