​Alfredo Quiñones: “El cerebro es complejo y nuestro entendimiento aún es prehistórico”
​Alfredo Quiñones: “El cerebro es complejo y nuestro entendimiento aún es prehistórico”

Pocas veces se reúnen en un hombre la virtud del profesionalismo y la fama. Alfredo Quiñones-Hinojosa lo logró. Nacido en México, como muchos de sus compatriotas, en su adolescencia se vio forzado a saltar el muro norteamericano y ser un inmigrante ilegal por muchos años como algodonero y otros difíciles oficios. Con el tiempo labró una carrera excepcional como neurocirujano. El “Dr. Q” toma ahora la palabra para disertar sobre su profesión y el reto de los tumores .

¿Qué dificultades sorteó desde su salida de México? La primera vez que dejé mi país como trabajador ilegal y jornalero fue a los 14 años; fue solo aquel verano. No fue hasta los 19 años cuando yo me mudé a EE.UU. El obstáculo más grande fue el no tener una idea de cómo iba a salir adelante. Me tomó unos cuantos meses entender que mi futuro era incierto. Luego decidí aprender inglés, salir del campo y eventualmente terminé en Berkeley, Harvard... ha pasado muy rápido.

¿Por qué escoge la neurocirugía y no otra área? Para mí, el cerebro es una frontera inexplorada que no conocemos muy bien. A mí me fascina el comportamiento y la complejidad del ser humano, así como pensar que allí se crea todo (emociones, amor, odio). Para mí era un reto y me fascinó. Así concebí la idea de estudiar neurociencia. Yo me considero un científico, un mecánico del cerebro.

Desde su experiencia, ¿cuáles son los tumores más difíciles de tratar? Hay dos casos de complejidad: una es la física y anatómica, que por su ubicación son difíciles de tratar, y también están las emocionales, que generan un gran impacto en el paciente y la familia (tumores que causan cáncer, miomas afectan el habla o la parte motora). No tiene cura y nuestro reto más grande es dar esperanza.

¿Cuáles son los avances que ha logrado obtener en la Clínica Mayo?Hemos descubierto que hay células madre y se pueden utilizar como “caballitos de Troya” equipándolos con medicinas o tratamientos genéticos. Así se pueden regresar al cerebro e iniciar la curación de tumores, las pruebas se realizaron en ratones. El otro es usar bioingeniería mecánica y química para nuevos tratamientos contra el cáncer.

¿Cuándo inicia su investigación acerca del cáncer cerebral? Lo hice en el 2003, cuando estaba de residente. Cuando hice mi primer trabajo, en el 2005, ya empezaba a ser un experto en el cáncer de cerebro y, como dicen mis hijos: “Sé mucho de muy poquito”.

¿Qué nuevas técnicas se expusieron en la Clínica Delgado? Lo que estoy compartiendo con mis colegas son nuevos tratamientos como el del paciente despierto en el quirófano, el uso del mapeo motriz, entre otros. Cosas que nos dan la oportunidad de incluir más tecnología en los quirófanos.

¿Cuáles considera que son las principales limitaciones de esta rama? El cerebro es un terreno complejo y nuestro entendimiento aún es prehistórico. Tenemos más neuronas que estrellas en la galaxia y más sinapsis que estrellas en el universo. Apenas estamos empezando a entenderlo y el reto es que tratamos de curar enfermedades que estamos estudiando todavía.

¿Cómo ve el desarrollo académico en Latinoamérica? Creo que es muy avanzado. Hace poco tuve la oportunidad de operar con el doctor Alberto Trelles, muy capacitado. Cómo podemos implementar nuevas técnicas de protocolo, innovación, para tratar al paciente de forma multidisciplinaria. Intelectualmente, tenemos la oportunidad de hacer más.

¿Cómo asimiló la noticia de que Disney quiera llevar su historia al cine? La compañía Plan B Productions se me acercó desde el 2007 y les dije que no, pero insistieron hasta que me di cuenta que ellos hicieron “Twelve years a slave”. El año antepasado me dijo que Disney tenía interés en hacer una película y desde el 2017 firmamos un contrato. Al terminarse el guion, yo lo tengo que aprobar.

¿Qué proyectos tiene a corto y largo plazo? A corto plazo ser mejor padre, esposo, amigo y cirujano. A largo plazo, establecer más puentes con el resto del mundo y sacar mi fundación y ayudar a las personas que más lo necesitan. Cambiar el mundo de forma positiva.

EL DATO:

- 2014 año en que recibe el Premio Humanitario Gary Lichtenstein.

- 1er lugar del premio de la Asociación Médica Británica en la categoría de cirugía oncológica.

- 2015 año en que es reconocido con el premio Forbes México.

Alfredo Quiñones, es neurocirujano mexicano, y tienen una Licenciatura en Psicología por la Universidad de California, Berkeley. Médico por la Universidad de Harvard. Director del Departamento de Neurocirugía de la Clínica Mayo.