En la actualidad, la industria alimentaria ofrece una amplia variedad de productos procesados que se exhiben en el mercado de forma atractiva para el consumidor; sin embargo, ha surgido la preocupación por saber qué estamos consumiendo y qué insumo es dañino.
Al respecto, el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición del Minsa indica en el informe “Perú: Enfermedades No transmisibles y Transmisibles”, publicado en el 2016, que una de cada dos personas mayores de 15 años en el país presenta exceso de grasa corporal. Por tal motivo, surge la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para niños, niñas y adolescentes, que tiene como fin reducir los índices de sobrepeso y de obesidad. Con esta medida, se exige que los alimentos procesados muestren en su etiquetado toda la información relevante sobre su contenido. A la fecha, existen dos alternativas de etiquetado en discusión: el monocromo, denominado modelo octogonal, y el semáforo nutricional. Ambas opciones han generado cierta confusión entre los consumidores por no saber cuál es la más adecuada para una alimentación saludable, tanto en niños como en adultos.