“Con un tratamiento eficaz, los niños con asperger podrán aprender a sobrellevar sus discapacidades, llegando a la adultez con habilidades desarrolladas para trabajar en labores preestablecidas”, indica Muñoz.
“Con un tratamiento eficaz, los niños con asperger podrán aprender a sobrellevar sus discapacidades, llegando a la adultez con habilidades desarrolladas para trabajar en labores preestablecidas”, indica Muñoz.

El encierro y las condiciones de aislamiento por la pandemia ha implicado que muchos padres pasen más tiempo en casa. Y si bien cada persona lo experimenta y vive de una manera, en el caso de los niños con alguna discapacidad, como los que tienen autismo o asperger, no son una excepción.

Para Pamela Muñoz, neuróloga pediatra de la clínica Ricardo Palma, la cuarentena ha sorprendido en cierta manera a muchos padres que no sabían que sus hijos presentaban alguna condición distinta. “Hay muchas familias que por estar mucho tiempo fuera no se habían dado cuenta que su niño o niña presentaba el Síndrome de Asperger, que se caracteriza por la alteración en la interacción social y que presentan dificultad para reconocer el lenguaje corporal”, explica.

La especialista señala que esta condición no es genética, pero hay casos en que se ha presentado en varios miembros de una sola familia. Menciona que este síndrome se manifiesta  con mayor alteración a partir de los 3 años, porque es cuando van al nido y no quieren interactuar con otros menores.

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Cómo ayudarlos. “Con un tratamiento eficaz, los niños con asperger podrán aprender a sobrellevar sus discapacidades, llegando a la adultez con habilidades desarrolladas para trabajar en labores preestablecidas”, indica Muñoz.

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La especialista sugiere que en casa hay que propiciar ambientes de calma y tranquilidad, entablar conversaciones de temas que ellos manejan, establecer o mantener rutinas, no forzarlos a conversar con personas que no son de su agrado y si es posible realizar salidas a ambientes abiertos por al menos 30 minutos diarios.

“No podemos dejar que los que padecen de este síndrome se sientan excluidos. El tabú de muchos padres de mantenerlos en una burbuja a sus hijos con esta condición hace que no reciban terapias y no aprendan a convivir con sus hermanos o amigos”, añade.

Detalla, además, que si bien no existe una cura para los trastornos del espectro autista, entre ellos el asperger, el tratamiento intensivo con psicoterapias individuales y grupales, puede hacer una gran diferencia en su vida.

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