Las opciones deportivas, recreativas y sociales se han reducido en los niños, ganando el sedentarismo. La correcta alimentación es la clave. (Foto: Alex Green / Pexels)
Las opciones deportivas, recreativas y sociales se han reducido en los niños, ganando el sedentarismo. La correcta alimentación es la clave. (Foto: Alex Green / Pexels)

A raíz de la pandemia de COVID-19, el sedentarismo aumentó al pasar la mayor parte del día en casa para evitar un contagio, siendo los niños los más afectados pues las opciones deportivas, recreativas y sociales se redujeron. En este marco, los más pequeños pueden afrontar ciertas enfermedades como diabetes, colesterol alto, problemas articulares, hipertensión u obesidad infantil.

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“La obesidad puede tratarse de un problema genético, pero el estilo de vida influye muchísimo y los padres son un factor clave en este sentido (...) La infancia es una etapa crucial para fomentar el desarrollo integral de las personas, por lo que prevenir enfermedades desde la niñez es esencial”, explicó Jenny Vivas, nutricionista de SANNA / Clínica San Borja.

¿Qué hacer para prevenirla?

1. Decisiones correctas: “Empecemos por concientizar a toda la familia sobre las causas y consecuencias de la obesidad infantil; es indispensable que se entienda que un niño enfermo se convierte, a la larga, en un adulto enfermo”, comentó la especialista.

2. Prestarles atención: hay que hacer un seguimiento al proceso de desarrollo de los niños. Existen opciones completas que permite hacer consultas pediátricas, tener esquemas de vacunación, accesibilidad a exámenes, medicamentos, tamizaje neonatal y estimulación temprana, como el Programa de Control de Niño Sano de Pacífico.

3. Alimentación sana: comprar a conciencia evitando golosinas o productos envasados con altas cantidades de grasas, azúcares y sodio. La nutricionista recomienda mantener el consumo de azúcar entre 10 a 15 gramos al día y priorizar frutas como el maracuyá, yogures bajos en azúcares, granos, cereales y avena.

4. Realizar actividad física dentro de casa: esto debe ser mínimo tres veces por semana. También se aconseja caminar entre 5 mil a 10 mil pasos al aire libre, de ser posible.

5. Hidratarse bien: principalmente con agua, pero también consumiendo alimentos como fruta o verduras. “No confundamos el beber líquidos con tomarnos un jugo o una gaseosa, ya que eso solo nos aporta azúcares y sodio y es contraproducente para la salud”, resaltó la experta.

6. Evitar estrés: especialmente en estos tiempos, los niños pueden sentirse más agobiados y estresados, por lo que resulta importante que tengan espacios separados para realizar sus clases y para sus momentos de ocio, así como un descanso entre actividades y horas de sueño adecuadas a su edad. “Como padres, es importante dedicarles tiempo de calidad todos los días, para escucharlos, conversar con ellos o simplemente acompañarlos”.

De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, hasta el 2019, el Perú presentaba la tasa de crecimiento más alta de la región en obesidad infantil y, según el Observatorio de Nutrición y el Estudio de Sobrepeso y Obesidad, entre el 2008 y el 2018, la tasa de obesidad infantil en el país se duplicó con creces, pasando de 7,7% a 19,3%. Además, la obesidad es un factor de mal pronóstico en los casos de COVID-19, por lo que mantener controles periódicos con su médico para prevenirla así como otros males resulta más importante que nunca para ayudar a que los niños tengan una buena calidad de vida.