Los niños se distraen con facilidad, incluso en sus actividades favoritas. Pero cuando este comportamiento se vuelve frecuente, como no permanecer sentado durante la comida o al leer un cuento antes de dormir, podría estar sufriendo del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
MIRA: ¿Qué hacer si mi hija (o) tiene gripe y debe vacunarse contra COVID-19?
La especialista en Terapia y Mente Antonella Galli explica que si este diagnóstico ha sido prescrito por un médico es necesario ayudar al menor para que pueda tener un óptimo aprendizaje y no creer que tiene una discapacidad. Para la psicóloga, padecer de TDAH no significa tener un problema intelectual, pero sí interfiere en un grado variable en el aprendizaje escolar, por lo cual debe ser atendido.
Por ejemplo, despertando su lado curioso. “En una pizarra se puede armar un calendario con tareas a corto plazo y con actividades que despierten el interés de su hijo. Nunca lo obligue a hacer rutinas que va a rechazar”, señala. De igual forma, probar con métodos online y de sesiones cortas, donde la interacción con otros menores, serán un gran aliado. Intente que se concentre en clases como comprensión lectora y matemáticas.
MIRA: ¿Qué hacer antes y después de vacunarte contra la COVID-19?
PROMUEVA LA LECTURA
Debido a la mente ágil y facilidad para pensar deprisa, incentivarlos a este hábito los ayudará en la comprensión lectora. Si es posible, converse con sus familiares y que su hijo reciba premios de libros, cuentos o lecturas online cuando se lo gane con buenas prácticas. Galli sugiere, además, escucharlos, alentarlos en su propio proceso de adaptación y no desesperarse o tratarlos mal.