Los juegos de mesa son una de las formas más completas y tradicionales de entretenimiento familiar. Esta alternativa no solo generará diversión, sino también potenciará las habilidades cognitivas, motrices y de aprendizaje, en especial, de los pequeños de la casa.
Entre sus beneficios resaltan que los prepara para aprender a ganar y perder, ya que estas actividades son una competencia; también los instruye a cooperar, debido a que en ocasiones estos juegos requieren que los participantes se unan por un objetivo en común. Otra ventaja es que promueve buenas acciones como la paciencia y honestidad. Por otro lado, enseñan a resolver problemas y tomar decisiones, así como a respetar las reglas. Este aprendizaje es importante para la vida académica, escolar y el ámbito personal.