Aunque suene a cliché, todas las parejas tenemos problemas en nuestra relación, sin embargo, existen signos que pueden alertarnos de que estamos entrampados en una crisis de la que no podemos salir, conflicto que hace que nos alejemos uno del otro.
La psicoterapeuta y neuroeducadora, Claudia Tassara, en una entrevista para el grupo El Comercio, explica que las relaciones son variables y complejas. Incluso los conflictos no son percibidos de la misma forma por los miembros de la pareja. Uno de ellos ve el problema y el otro no.
“Esa variedad hace que uno de los miembros de la pareja busque ayuda y el otro no, porque la otra parte no ve un conflicto o siente que su pareja está exagerando. Pero hay que saber que hay momentos en que se debe asistir a terapia de pareja”, manifiesta la especialista, quien nos brinda cinco momentos importantes:
- Cuando la pareja tiene muchos problemas de comunicación: La especialista explica que puede ser porque discuten con frecuencia, porque no llegan a acuerdos útiles para la relación, porque uno de ellos utiliza el tono de voz inadecuado, porque hay violencia verbal o no verbal o porque acumulan muchos problemas por resolver. “Eso hace que haya una disonancia entre lo que digo y pienso, y lo que el otro ha entendido. Durante las sesiones de terapia se trabaja estas impresiones importantes, lo que ellos no ven”, señala.
- Cuando pasan por una crisis puntual: Recordemos que no solo la pareja entra en crisis por una infidelidad, también puede ser cuando uno de los miembros de la pareja ha sido despedida del trabajo y esta persona está en crisis emocional y no recibe apoyo, alerta Tassara. También puede ser que haya muerto un familiar querido, entonces atraviesa un duelo. Puede ser que haya celos o desconfianza en la pareja. “En terapia se puede trabajar la experiencia dolorosa en privado, con uno de los miembros o los dos para ver cómo puede ser el acompañamiento”.
- Cuando hay dificultades en la intimidad o sexualidad: Esto involucra varias situaciones que van más allá del ámbito sexual. Cosas sencillas como no hay caricias entre la pareja, no se miran a los ojos, no hay abrazos, escasez de intimidad. A veces las parejas no saben cómo romper el hielo, puede ser porque han acumulado resentimientos y no quieren acercarse, recuerda la psicóloga.
- Cuando hay discrepancias sobre el futuro: En este caso, los temas pueden ser: si tener o no un hijo, si quieren mudarse o quedarse a vivir en el mismo lugar, si viajan o no, o incluso si les alcanza o no el dinero para situarse en ciertos lugares que uno de los dos anhela. Entonces, hay discrepancias sobre planes, si no se resuelve, eso crea un conflicto mayor con el tiempo.
- Cuando hay desacuerdos con el estilo de crianza: La educación de los hijos suele ser un punto de conflictivo dentro de una pareja, incluso desde el momento en el que nace el bebé, expresa Tassara. “Es importante que estemos de acuerdo en cómo debemos educar a nuestro hijo, como queremos reaccionar antes determinadas situaciones, si permitiremos o no que externos se involucren en la crianza. En terapia se puede discutir estrategias eficaces para que la pareja se adapte a esta nueva situación”, apunta.
La psicóloga Claudia Tassara nos advierte que el éxito de una terapia de pareja, está muy relacionada con el momento en el que la pareja decide pedir ayuda. Muchas veces uno de los dos llega a terapia, pero “no importa que no vengan los dos, al menos uno puede ir cambiando estrategias dentro de la relación y poco a poco verá mejoras y jalará a su pareja a terapia”.