A muchas personas les gusta que sus parejas las celen. “Eso demuestra que está enamorado de mí”, dicen. ¿Y si no pasa eso? “De seguro no le importo”, señalan. Empero, los celos ¿son realmente una manifestación de amor?
En verdad, detrás de estas aparentes inofensivas actitudes se esconde la violencia. Sí, los celos son una manifestación de violencia. Los celos pueden desatar acciones incontrolables y hasta impensables en las personas.
Durante el 2017, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), reportó que, en nuestro país, ocurren 11 casos de violencia de pareja. Muchas de estos actos comienzan por celos y luego se transforman en imposiciones.
“Y es que los celos desmedidos hacen que una persona no controle sus impulsos. Acumule sentimientos de ira y cólera, se deje llevar por estas sensaciones y reaccione agresivamente, sin darse cuenta de las consecuencias”, manifestó Trixsi Vargas, especialista de APROPO.
Círculo de la violencia
Los celos corresponden al llamado círculo de la violencia. La persona comienza con esas pequeñas agresiones o humillaciones, que se vuelven ira y luego terminan en golpes. Viene el arrepentimiento. “Lo siento”. “Ok, te perdono” Y todo se vuelve a repetir.¿Celos buenos y celos malos?
“No, lo que pasa es que existen celos buenos y celos malos”. Esta idea es totalmente errónea; porque siempre causan situaciones de conflicto en la pareja, que como ya lo hemos visto, pueden acabar en agresiones.Pero hay más. “Si controla mi manera de vestir, es porque me quiere proteger”. Esta es otra frase que lleva una gran carga de celos y que expresa que la mujer es una posesión. Nadie debe de controlar la manera de vestir, por eso, uno es libre.
Ahora que ya sabe que los celos son el inicio de la violencia en las personas, ¿permitiría o pasaría por alto si su novio o novia le hace una escena de celos?