Sumamente nutritivo y muy fácil de digerir. Ahora que se acerca la Semana Santa y que es frecuente el consumo de pescado entre los peruanos, conozca cuáles son los beneficios que brinda a grandes y pequeños.

El mayor aporte que ofrece este alimento son sus ácidos grasos, como el omega 3. También es rico en proteínas y minerales, entre ellos el yodo y el potasio. Su alto aporte de calcio es otra de sus ventajas, una excelente ayuda para las personas que no acostumbran consumir lácteos.

Adiós a los mitos. Para la nutricionista de Wong, Adriana Carulla, los peruanos consumimos bastante pescado, todo depende de la temporada y lo que se pesque, pero podríamos consumir aún más si se eliminan algunos mitos.

"Por ejemplo, el pescado se puede comprar fresco y luego congelarlo, esto no hará que pierda sus propiedades", afirma la especialista.

Carulla hace una diferencia entre las personas alérgicas y las intolerantes. Las primeras presentan una reacción alérgica (respiratoria o cutánea) cuando consumen pescado o marisco. En estos casos se recomienda sacar las proteínas de otra fuente animal como el pollo o la carne. Y en el caso de los ácidos grasos, se puede consumir semillas de linaza o el ajonjolí.

En cambio, los intolerantes solo lo son para algunos tipos de pescados o mariscos como los camarones o las conchas. Lo mejor es que consuman otros alimentos de la familia y evitar aquellos que les provocan rechazo.

Para cada edad. Pese a lo que se cree, Carulla comenta que no hay ningún problema en que los menores consuman pescado desde los siete meses de nacidos, sobre todo aquellos de apariencia blanca como la corvina o el lenguado, que, además de sus altas proteínas, hierro y minerales, también son fáciles de digerir. Se les sirve desmenuzado, sin piel ni espinas.

"Es sumamente beneficioso porque el bebé está desarrollando todo su sistema nervioso y la grasa del pescado es importante para ese fin", explica la nutricionista.

En el caso de las mujeres embarazadas, además de los ácidos grasos, también les aporta hierro para la formación del bebé. Para ellas son mejores los pescados grasos o azules, como el salmón, atún, sardina o caballa.

Los adultos podemos comer cualquier tipo de pescado, ya sea azul o blanco, pero los adultos mayores, debido a sus problemas de masticación o digestivos, es mejor que consuman pescado blanco porque es fácil de digerir, masticar y no causa ningún tipo de malestar.

Carulla comenta que la mejor forma de preparar el pescado es manteniéndolo lo más fresco posible: en sudado, al vapor, horno o a la plancha. Lo ideal es no freírlo porque el aceite caliente hace que pierda sus ácidos grasos. Por todos estos beneficios, esta Semana Santa, y durante todo el año, no deje de consumir este rico alimento.