Ahora que ya comenzaron las clases, uno de los problemas que más preocupa a los padres de familia es el rendimiento académico de sus hijos. Una deficiencia en ese aspecto puede tener muchas causas; la más frecuente pero la menos atendida es el problema visual.

Según información de la Clínica Oculaser, el 20% de la población escolar padece alguna enfermedad visual. Las fallas no se limitan a dificultades para ver de cerca o lejos, pues también incluyen deficiencias en el enfoque y fusión de ambos ojos.

Males frecuentes. Entre las enfermedades visuales más frecuentes están la miopía (visión lejana borrosa), la hipermetropía (mala visión de cerca) y el astigmatismo (visión borrosa y desenfocada), pero también existen otros problemas, como el estrabismo (ojos cruzados) y la ambliopía (ojo perezoso), que también pueden alterar la vida escolar de los estudiantes.

Según la Organización Peruana para la Prevención de la Ceguera (Oprece), el 30% de los menores entre 6 y 18 años sufre de ambliopía u "ojo perezoso", y el 40% de la población escolar puede tener algún defecto visual.

Los especialistas de Oprece mencionan que tanto los anteojos como los lentes de contacto proporcionan la corrección necesaria de la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Además, resaltan que mientras más rápido se identifique el problema, más fácil será tratarlo.

No descuidarse. Muchas veces los padres, por cuestiones de trabajo, no ayudan a sus hijos en las tareas y desconocen las dificultades por las que pasan en la escuela. Es importante que mantengan una comunicación constante con los profesores, quienes suelen ser los primeros en detectar los problemas visuales en sus alumnos.

Si observa que su hijo al leer acerca mucho el libro al rostro, tiene los ojos irritados, se queja constantemente de dolor de cabeza o frunce el ceño, es probable que tenga dificultades en la vista. Lo mejor es que lo lleve al oftalmólogo para una evaluación.