La respuesta al titular es sí y es porque los océanos generan la mayor parte del oxígeno que respiramos. Además, son una gran fuente de alimento. Unas tres mil millones de personas dependen de ellas para su sustento. Y no olvidemos que también amortiguan el calentamiento global, porque absorben gran parte del dióxido de carbono (CO2) que producimos los humanos. Todo esto sin contar que dan trabajo a muchas personas, a través del turismo y la pesca.
CUIDEMOS NUESTROS MARES DE…
Los plásticos: Se calcula que unas 13 millones de toneladas de plástico llegan al océano cada año, lo que provoca la muerte de unas 100 mil especies marinas. Pero no imaginemos solo botellas y bolsas flotando a la deriva. Al deteriorarse, estos objetos se convierten en partículas del tamaño de granos de arroz (llamados microplásticos), que luego son consumidas por peces y otros animales.
La pesca excesiva: Pescar está bien, pero la sobreexplotación pesquera hace daño. Una manera de ayudar es respetar las vedas marinas, en las que queda prohibida, por cierto tiempo, la pesca de algunas especies. ¿Para qué? Para dejarlas que descansen, crezcan y se reproduzcan.
¿Camisea ayuda?: Claro. Mediante el Programa de Educación Ambiental (PEA), te enseña a cuidar el medio ambiente. También cuenta con el Programa de Monitoreo Ambiental Marino Costero, que vigila y evalúa la salud de las especies que viven en la Reserva Nacional de Paracas. Además, con el Fondo Paracas trabaja para la conservación de la Reserva.
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