Aunque cada vez más peruanos se animan a comprar por internet, todavía hay quienes tienen sus reparos. Para ser precisos, es el 85% el que prefiere ir en persona a una tienda antes que ingresar la clave de su tarjeta de crédito en una computadora. Y no es solo por temor a las estafas, cada más comunes, sino por una cuestión -por así decir- existencial: ¿Será real el producto que vemos en pantalla? ¿Tendrá fallas? ¿Qué tal si, después de pagar, éste nunca llega a mi puerta?

Son dudas que siempre nos asaltan, pero que se disipan del todo con Linio (www.linio.com.pe), la tienda virtual que, a decir de sus representantes, ha adaptado el modelo de negocio de Amazon.com en el Perú y Latinoamérica.

Fernando D'Alessio, cofundador y director de Linio Perú, explica que mientras Amazon recurre a las tarjetas de crédito para vender en EE.UU., ellos utilizan otros sistemas de pago en nuestro país, pues, a diferencia de la tierra del Tío Sam, aquí son pocos los que disponen de dinero plástico.

Para pagar. Hay múltiples formas de desembolsar el dinero en Linio. Una es a través de SafetyPay, un sistema parecido a PayPal. También se pueden utilizar tarjetas de crédito o débito, o pagar en efectivo en las agencias del Banco de Crédito (BCP) o el BBVA Banco Continental. Pero la modalidad más característica de esta plataforma es el pago contra entrega, con la cual uno no tiene que realizar ningún tipo de transacción en la web. La plata se da al final, una vez que el producto llega a tus manos.

"Te llama nuestro equipo de servicio al cliente y coordina cuándo va a ser el despacho. Y si vas a pagar con tarjeta de crédito, nos confirmas si es Visa, MasterCard o American Express, y llevamos el POS a tu casa. Es como si hicieras una compra en un restaurante", indica D'Alessio.

Más de los 50% de productos en Linio son tecnológicos. Hace poco fue nombrado distribuidor autorizado de Apple. Mayormente, encontramos televisores, cámaras, smartphones y hasta videojuegos, pero también hay libros, útiles de oficina, ropa y más. Puede estar seguro de que llegarán a su casa.