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La empresa sueca Epicenter ha comenzado a implantar microchips electrónicos en sus trabajadores para que estos puedan facilitarse la vida.
Así lo afirmó el hacker Jowan Österlund, fundador de Biohax, la empresa que realizó los implantes. Según él, los microchips les permiten "hablar con las máquinas".
Hanne Sjöblad, hacker sueco, reveló que este caso que podría resultar extraño, es en realidad un paso natural de la tecnología.
El chip permite a los empleados de Epicenter guardar información bancaria, un sistema de notificaciones para mandar recordatorios a través de la piel, un sistema de geolocalización y sensores para monitorear la salud.
No controlan a los empleados
Un microchip podría generar las suspicacias sobre si la empresa desea controlar a sus colaboradores, pero no es así. De hecho, Biohax señala que el chip no puede ser rastreado porque "no lleva batería"."Permanece inactivo hasta que te encuentras a un centímetro de un lector o un smartphone. Entonces se activa y transmite información", explica en un reportaje para la BBC.
Epicenter implementó esta medida, pero no obligaron a nadie a implantarse. Sin embargo, cada vez son más empleados los que optan por llevar el chip.
El CEO de Biohax afirma que hasta ahora ha realizado más de 1.500 implantes de chip.
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