Podríamos decir que desde el 2011, y cual gimnastas, las computadoras se han puesto a dieta y han seguido una rigurosa rutina de ejercicios. Y hoy podemos ver los resultados de ese esfuerzo: ahora muestran una figura más esbelta y, cuando corren programas, se meten unos verdaderos piques. Este cambio les ha sentado bien, por esto todos queremos un ordenador así, ultradelgado.

En opinión de Bernardo Miretzky, uno de los expertos del fabricante de procesadores AMD, este adelgazamiento de las PC responde a un "cambio de conducta de los usuarios hacia la movilidad". Es decir, los usuarios prefieren dispositivos cada vez más livianos y móviles.

Claro que aparatos fáciles de llevar, como smartphones y tablets, nos acompañan desde hace buen tiempo. Sin embargo, hay un punto en contra en ellos: la potencia. "La verdadera evolución está en el desempeño que pueden ofrecer los equipos en tan reducido formato", sostiene Miretzky.

O sea, ni el más avanzado BlackBerry, iPhone o Xperia le hace la competencia a una computadora que vaya sobre un escritorio o nuestros muslos. Si hasta compiten en capacidad gráfica con las consolas de videojuegos más avanzadas.

Tres factores. Para Miretzky, el 2012 fue el año de los ordenadores ultradelgados porque, si bien comenzaron a aparecer antes, fue en ese periodo que marcaron un "nuevo rumbo en el mundo de la computación personal".

En las tiendas se desata una auténtica guerra entre las marcas por vender sus modelos "en forma". La vencedora, explica el especialista de AMD, será aquella que cumpla mejor las tres exigencias más importantes de los usuarios: buen rendimiento visual, gran autonomía y bajo precio.

La segunda, menciona Miretzky, está prácticamente cubierta, entre otras cosas, gracias a los nuevos procesadores acelerados de alto desempeño pero con bajo voltaje, como los que ofrece la misma AMD. Así, una computadora ultradelgada puede tener el rendimiento de una notebook, pero con un consumo de energía muy bajo.

Como están hechas para ser llevadas de un lado a otro, sus baterías deben ser duraderas. No basta, pues, con solo tener una figura más delgada, hay que saber llevarla con estilo, y tal parece que las netbooks lo tienen y para rato.