Ni la Iglesia se salva de la inseguridad ciudadana. Cuatro sacerdotes denunciaron ayer ser víctimas de constantes amenazas en el Callao por un grupo de delincuentes.
“Venimos siendo amenazado por temibles demonios”, comentó Víctor Torres Vásquez, párroco de la iglesia Santa Teresita. Él y otros sacerdotes son intimidados desde hace diez meses en sus parroquias.
Entre dichos religiosos se encuentra Pablo Sam Chu, de la parroquia de Chucuito; Jorge Eduardo Ramírez, de la iglesia Santa Ángela Merice, de Carmen de la Legua; y José del Rosario Cornejo, de la iglesia San Juan Macías.
EXPLOSIVOS. En una denuncia formulada ante el Ministerio Público del Callao, los sacerdotes cuentan que el acoso se inició el 19 de febrero de 2014 y continuó de forma cada vez más amenazante.
Primero fue a través de llamadas telefónicas y luego con “reglaje” y hasta explosivos. Uno de los religiosos, por ejemplo, recibió el 31 de agosto del año pasado una granada en su vivienda. Otros maleantes amenazaron al padre Jorge Ramírez en su propio confesionario y le dijeron que venían de parte de un prelado de alto rango.
Los citados sacerdotes pidieron a las autoridades que investiguen este caso con urgencia.
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