Un voraz incendio redujo a cenizas y escombros la totalidad de importantes documentos que se almacenaban en el área de archivos de la municipalidad distrital de Guadalupito.
Testigos contaron que primero se escuchó una fuerte explosión dentro de la comuna y luego vieron salir un denso humo negro y enormes lenguas de fuego que tomó más de 45 minutos poder apagarlas.
Todo ocurrió a la 1:14 de la tarde de ayer, justo cuando los trabajadores ediles habían salido a almorzar. La detonación hizo que se desplomara el techo de quincha del área de archivos e imposibilitó que los trabajadores ediles, vecinos y bomberos puedan rescatar algún documento.
En el lugar también se almacenaban computadoras viejas y neumáticos usados, material altamente inflamable que hacía que el fuego se avive más cuando la gente trataba de controlar el siniestro echando agua y arena.
CENIZAS. En 45 minutos los archivos de las diferentes áreas de la municipalidad fueron consumidos por las llamas. Nada pudo rescatarse y nadie daba explicaciones claras de cómo se originó el incendio.
Algunos servidores ediles deslizaron la posibilidad de un cortocircuito, pero los vecinos que llegaron hasta el lugar especularon que el fuego fue presuntamente provocado para tratar de desaparecer documentos que puedan comprometer en presuntos actos de corrupción al saliente alcalde aprista Miguel Joaquín Aranda.
Según versión de los vecinos, una semana atrás el recientemente elegido alcalde de la municipalidad de Guadalupito Roberto Oliva Paredes, quien pertenece a la alianza Súmate- Perú Posible, anunció que ni bien inicie sus funciones como burgomaestre iba a realizar una auditoría a la gestión de su antecesor Miguel Joaquín.
SE INVESTIGA. Bomberos de Chimbote y la Policía de Guadalupito han iniciado las pesquisas del caso para determinar cuáles fueron las causas de este sospechoso incendio.
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