El 6 de abril de hace 14 años, "Los Albines" y "Los Muñecos" cobraron la vida de una pareja de esposos en el distrito de La Unión.
El horrendo crimen remeció al país entero, al tratarse del asesinato de una periodista radial que por entonces se enfrentaba a los intereses económicos y la corrupción en el sistema de distribución del agua del Valle del Bajo Piura.
La muerte de Isabel Chumpitaz Panta (37) y José Amaya Jacinto demostró que "Los Albines" dejaron de ser simples ladrones para convertirse en sicarios, porque la hipótesis del robo en el fundo Miragarzón no convenció a los especialistas, entre ellos, el sociólogo Manuel Dammert, quien declaró en 1999 que el asesinato de la directora periodística del programa "La Voz del Pueblo", que trasmitía Radio Satélite de La Unión, tenía un trasfondo político.
TRAS LAS REJAS. Por este caso fue sentenciado a cadena perpetua José Mercedes Albines Sandoval, alías "Guerra", quien purga su pena en el establecimiento penitenciario de Picsi en Chiclayo, luego de ser trasladado en marzo pasado del penal de Río Seco.
También fueron condenados los miembros de la banda "Los Muñecos" y estuvo acusado Jorge Albines Sandoval "El Cojo", entre otros integrantes de este grupo de Catacaos.
Para la Policía se trató de un robo que terminó en homicidio, aunque a José Amaya lo torturaron, acuchillaron y dejaron abandonado los hampones, lo que demuestra el ensañamiento.
Los familiares de la periodista declararon a la prensa que los delincuentes ingresaron gritando: ¿dónde está la periodista?, sin embargo, la Policía, en una torpe investigación, desechó la hipótesis de crimen político y sicariato.
A fines de los años 90, el coronel PNP Alfonso Chávarry, responsable del caso, señalaba que los perpetradores del crimen eran "delincuentes comunes de la zona, conocidos por su intervención en robos, asaltos y hasta homicidios".
De este modo, "Los Albines" dejaron su nombre impreso en diarios limeños y regionales.
EL PATRIARCA. Pero, la historia de esta familia del hampa inicia con "Pablo Albines", quien abandonó Cura Mori en la década del 70 para iniciar una nueva vida en la Villa Heroica.
En la hoy llamada capital artesanal de Piura, los maleantes estuvieron involucrados en la fundación del asentamiento Nuevo Catacaos.
Este lugar ha sido estigmatizado por la presencia de esta especie de "cosa nostra" del Bajo Piura, aunque no todos sus habitantes están vinculados con el bajo mundo.
Con el veterano Albines comenzó el abigeato, los robos comunes, los asaltos al paso y algunas grescas callejeras.
Con la muerte de Isabel Chumpitaz quedó demostrado el legado de esta organización criminal, que no ha sido contenida hasta hoy.
Un carrusel de negligencias policiales, dejadez e indolencia de las autoridades políticas, y sobre todo, impunidad, han llevado a "Los Albines" a la cúspide de la delincuencia en el Bajo Piura.