Un joven comunero de la etnia matsiguenka habría muerto al recibir un flechazo en el corazón a manos de indígenas no contactados Mashco Piro dentro de una vivienda en la comunidad nativa Shipetiari en el distrito de Manu, provincia del Manu, región Madre de Dios, el viernes último a las 08:00 horas cuando los comuneros realizaban una faena.
ATAQUE. La víctima, Leo Pérez Peña (20) se quedó solo en la casa de Rufina Rivera Italiano, vicepresidenta de la comunidad. En ese momento un grupo de Mashco Piro apuntó en su contra por el hecho de ser hijo del expresidente comunal, Gregorio Pérez.
El médico Fernando Mendieta, jefe del Centro de Salud con sede en Villa Salvación se desplazó a la zona para constatar los hechos, llegando a Shipetiari después de las 5 de la tarde de ese 1 de mayo.
Informado sobre el caso el presidente de Fenamad, Klaus Quicque Bolívar, se comunicó con la viceministra de Interculturalidad, Patricia Balbuena a quien pidió información de las acciones que a tomar. La funcionaria ordenó el desplazamiento de un equipo de avanzada desde Cusco a Shipetiari.
Por su parte Fenamad envió a Shipetiari al dirigente, César Augusto Jojajé y el asesor técnico, Héctor Sueyo para que evalúen la situación y acuerden acciones con las autoridades.
La organización indígena también está coordinando con el Gobierno Regional de Madre de Dios para activar la Comisión Especial Regional de Protección de los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario.
El gobernador regional, Luis Otsuka Salazar, preside la Comisión creada mediante ordenanza regional, que incluye contar con un fondo de contingencia para estos casos de emergencia.
Esta no es la primera vez que los aislados ingresan a la comunidad, pero solo provocaron algunos daños materiales.
Los Mashco Piro siempre han habitado la zona, inclusive antes que se formara la mencionada comunidad, pero mantenían una actitud pacífica, evitaban el contacto y huían de los extraños. Aún no hay una explicación lógica para el comportamiento de estos indígenas, pero según hipótesis que baraja Fenamad, se debería a la presión que sobre ellos ejercen los colonos, madereros ilegales y otros o quizá la necesidad de recuperar sus territorios ancestrales.
DATO:
La organización indígena solicita al VMI mayor eficiencia en la vigilancia.