La provincia limeña de Huarochirí volvió a sufrir las consecuencias de la furia de la naturaleza. Pese a que el domingo el ministro de Transportes y Comunicaciones, José Gallardo, anunció la apertura parcial de la Carretera Central, ayer por la mañana un nuevo desborde del río Rímac obligó a las autoridades a cambiar de planes.
En cuestión de segundos, las aguas del afluente salieron de su cauce a la altura del kilómetro 80 e invadieron los carriles de ambos sentidos de la vía nacional, alcanzando a los camiones que circulaban por la zona. “Aprovechamos la disposición que dio el Gobierno para pasar, pero ahora estamos impedidos de avanzar”, dijo un chofer.
La rápida inundación que se produjo atrapó a tres personas en un vehículo de carga, cuyas llantas terminaron sumergidas en el agua. Con ayuda de cuerdas y arneses, la Policía procedió a evacuarlos, así como a otros transportistas que tuvieron problemas para descender de sus unidades por la fuerza de la corriente del río.
TRAMO CERRADO. Según los técnicos que se encargan del cuidado de la vía, el desborde se produjo luego de que una central hidroeléctrica cercana al lugar abriera sus compuertas. Esta acción originó la salida de una gran cantidad de agua que desembocó en el río.
El jefe de la Policía de Tránsito, general Javier Ávalos, advirtió que por este tipo de episodios los desvíos y cortes en la Carretera Central pueden darse en cualquier momento. Ante este panorama, pidió a la población viajar a la sierra central en caso sea absolutamente necesario para evitar que queden varados en sectores peligrosos.
Por la tarde, la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) informó que la Carretera Central permanecerá cerrada de forma indefinida al tránsito vehicular.
“Considerando que en la zona continúan las precipitaciones, no se reabrirá la vía como una medida de prevención hasta nuevo aviso”, detalló en un comunicado.