Perú es un paraíso para tráfico ilegal de animales silvestres
Perú es un paraíso para tráfico ilegal de animales silvestres

El tráfico ilegal de flora y fauna silvestres es la tercera actividad ilícita más lucrativa del mundo luego de la comercialización de drogas y armas. Según la Agencia de Policía Internacional (Interpol), mueve aproximadamente 20 mil millones de dólares anuales.

El Perú es una de las diez naciones megadiversas del planeta. Ocupa el segundo lugar en diversidad de aves. Además, es el primer país con más peces continentales y mariposas diurnas; y el tercero en anfibios y mamíferos, según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).

Es precisamente esta gran megadiversidad de especies de fauna silvestre que tiene el Perú lo que atrae el interés de los traficantes que nos ven como un excelente proveedor de estos animales y, en consecuencia, una forma de llevarse grandes cantidades de dinero al bolsillo.

ESPECIES TRAFICADAS. Las especies nativas del Perú ilícitamente comercializadas son en su mayoría guacamayos, loros, periquitos y primates, las que provienen de las regiones Ucayali, San Martín y Madre de Dios. Salen a través de las fronteras de Tumbes con Ecuador, Puno con Bolivia y Tacna con Chile, según Jessica Gálvez, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).

Los animales traficados destinados al mercado interno son mayormente comercializados en el Cercado de Lima, mientras que en el extranjero los países que más demandan especies exóticas son Estados Unidos, Canadá, España, Alemania, Japón y China.

Los precios de los animales dependen del vendedor y del comprador. En Lima, un mono grande, dependiendo de su especie, puede costar 50 soles, mientras que en el extranjero su precio oscila entre 300 y 600 dólares.

RESCATE Y SANCIÓN. En 2014, según información del Serfor, las Administraciones Técnicas Forestales y de Fauna Silvestre (ATFFS), encargadas de la supervisión y control de los recursos forestales y de fauna silvestre, rescataron del comercio ilegal un total de 4131 animales entre mamíferos, aves, reptiles, anfibios, insectos y otras especies.

Luego de su rescate, los animales son llevados a centros de refugios, zoológicos o liberados en su hábitat. Sin embargo, para que puedan regresar a su lugar de origen deben cumplir con ciertas condiciones, como no haber permanecido mucho tiempo en cautiverio y no haber tenido contacto con otras especies que les hayan podido trasmitir enfermedades.

Las sanciones para las personas que comercialicen ilegalmente fauna silvestre están reguladas por la Ley Forestal. Para el comercio ilegal de animales no vulnerables se aplica una multa no menor de un décimo ni mayor de 600 Unidades Impositivas Tributarias (UIT). Además, el Código Penal prohibe la caza, captura, extracción y comercialización de especies de flora y fauna amenazadas sin que las penas excedan los cuatro años de cárcel.

NO SON MASCOTAS. Una de las soluciones al problema es la sensibilización de la población, que debe tener consciencia de que los animales silvestres no son mascotas. “Hay gente que tiene monos amarrados a cadenas, cosa que no puede ser porque estos animales tienen que estar libres saltando en los árboles”, sostiene Leonidas Suasnabar, ingeniero forestal y especialista del área de Proyectos de la ONG Pronaturaleza.

Esta institución elaboró en 2008 un informe sobre el tráfico de fauna silvestre en el Perú y como conclusión señala: “Se debe atacar el problema desde el lado más vulnerable de la cadena, el cual es el comprador, sobre todo teniendo en cuenta que la demanda local responde a aspectos culturales que deben ser eliminados del consumidor”.

DATO

4 son los reglamentos de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre N° 29763 que fueron aprobados este martes.