El Perú estará en los ojos del mundo entre el 18 y 21 de enero de 2018, cuando el papa Francisco, en el marco de su visita apostólica y pastoral por Sudamérica, llegue a nuestro país, que ha sido golpeado por los desastres naturales, emergencias locales (como los incendios y la inseguridad ciudadana), profundas brechas sociales y una fuerte tensión en el ámbito político.
¿Cómo se prepara el país para recibir la visita de Francisco? Correo conversó con las autoridades eclesiásticas y municipales de cada ciudad a donde llegará el Sumo Pontífice (Lima, Trujillo y Puerto Maldonado) y lo que encontramos fue expectativa y preocupación entre los alcaldes del interior del país, pero poco o nada de interés por parte de las autoridades de Lima Metropolitana.
SÓLIDO NORTE. El alcalde liberteño de Trujillo, Elidio Espinoza, manifestó que es urgente que el Gobierno acelere la aprobación del proyecto que ha presentado su despacho para reconstruir la ciudad, cuyos parques, plazas y avenidas quedaron destruidas a causa de los huaicos y lluvias que cayeron entre marzo y abril de este año debido a la furia del fenómeno del Niño costero.
Detalló que la Autoridad de la Reconstrucción, Pablo de la Flor, recién en agosto próximo iba a acabar con el borrador de los proyectos de rehabilitación de las ciudades afectadas y, en setiembre, después de ser aprobado por alcaldes y gobernadores regionales, presentaría el documento ante el Consejo de Ministros. Finalmente en octubre, una vez que le dieran luz verde, se empezarían a ejecutar los trabajos de reconstrucción, cuatro meses antes de la llegada del Papa.
“El tiempo es cortísimo. Queremos que los presupuestos se adelanten. Estos plazos tiene que acortarse. Tenemos que habilitar las vías por donde el Papa se va a desplazar. Hemos presentado los proyectos a los ministerios de Vivienda, Economía y a la oficina de Pablo de la Flor”, apuntó Espinoza.
300 MILLONES. En relación con el presupuesto que necesita Trujillo, Espinoza señaló que “según el Proyecto de Saneamiento y Transitabilidad que ha diseñado”, se necesitan cerca de 300 millones de soles.
“Los primeros días de julio vamos a reunirnos con De la Flor, los expedientes ya le hicimos llegar”, revela. De acuerdo con el alcalde, las zonas que deben rehabilitarse son las avenidas Miraflores, España, Tanta, Juan Pablo, Mansiche y Víctor Larco.
Pese a que enfrenta un escenario difícil, el burgomaestre ya tiene diseñada la ruta por donde transitará Francisco el 20 de enero. Asimismo, invitó a fieles y turistas de Piura, Chimbote y Tumbes a visitar la Ciudad de la Eterna Primavera, que por esos días se convertirá en la capital de la fe.
“El Papa participará en una reunión en la playa de Huanchacho y Huanchaquito, luego llegará al Óvalo Papal, pasará por las avenidas Mansiche, América, Juan Pablo y Víctor Larco, y de ahí saldrá hacia la Plaza de Armas, donde se encuentra el Arzobispado de Trujillo, allí participará en otras actividades”, cuenta Espinoza.
MADRE DE DIOS. En tanto, en Puerto Maldonado, ubicado en la región de Madre de Dios, en la selva sur, el ambiente es diferente. Aquí no se necesita, en palabras del gobernador de la región, Luis Otsuka, demasiada inversión en infraestructura para recibir al Santo Padre, aunque las calles sí necesitan ser asfaltadas.
La llegada del Sumo Pontífice a esta zona se da por dos asuntos: el interés del Papa por los temas ecológicos y su preocupación por los problemas sociales, como la minería ilegal, tala indiscriminada, trata de personas y la pobreza de las comunidades indígenas.
En ese sentido, Otsuka anuncia que el 19 de enero Francisco tendrá un encuentro con los miembros de 14 comunidades indígenas en el centro de formación Apkatone, que en lengua amazónica significa “Papa viejo”.
NATIVOS Y TURISTAS. “En el Parque Nacional del Manu, donde viven cuatro comunidades en extrema pobreza, no les dejan criar animales menores, ni cazar, ni pescar; y, por el contrario, hay desnutrición aguda y alto índice de tuberculosis. Le vamos a entregar al papa Francisco un USB mostrándoles toda esta situación”, apuntó Otsuka, quien también adelanta que ya tiene preparada la ruta por dónde se desplazará el prelado de la Iglesia.
“El Papa va a tener un encuentro masivo en el Coliseo de Madre de Dios, que hará un solo escenario con las explanadas del Instituto Pedagógico Virgen del Rosario y el Instituto Tecnológico Jorge Basadre; luego acudirá al Apaktone, donde se reunirá con grupos étnicos del Manu o Bajo Madre de Dios”, sostuvo.
Otsuka también reveló que un alto número de turistas llegará a la región procedente de Cusco, Apurímac, Puno, Brasil y Bolivia.
EN LA CAPITAL. Respecto a Lima, donde el Papa estará dos días: el 18 por la tarde, el día de su llegada, y el 21, fecha en que tendrá una actividad central, la teniente alcalde de Lima, Patricia Juárez, dijo que desconoce los detalles de lo que necesita nuestra capital para recibir al Sumo Pontífice, “porque (la visita) recién se ha anunciado hace algunos días”, pero “seguro que se rehabilitarán vías y se dará facilidades a la población para que reciba la bendición.
“El ministro de Trabajo, Alfonso Grados, debe convocar a una reunión y la Municipalidad de Lima trabajará activamente para el reordenamiento de la ciudad. Se requiere conocer las necesidades de Lima para pedir un presupuesto”, dijo.
TIERRA DE SANTOS. Por su parte, el padre Guillermo Inca, secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal peruana (CEP), declaró que la comisión de alto nivel del Vaticano, que llegó a nuestro país hace 15 días para hacer los primeros contactos con las autoridades religiosas y el Ejecutivo, volverá a fin de año para mantener reuniones sobre temas de Seguridad, Liturgia y Medios.
“Hay un esbozo previo, pero está embargado por el Vaticano. Se ha empezado a trabajar con el Gobierno para acoger esta visita tan significativa que pondrá al Perú en los ojos del mundo y tendrá repercusiones en la vida ordinaria, porque mejorará los lugares por donde el Papa se desplazará. Es una bendición no solo espiritual, sino material”, expresó.
El sacerdote explicó que Lima fue elegida por Francisco, además de ser la capital, porque es conocida en el mundo como “tierra de santos”, ya que aquí han vivido San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, San Juan Masías, entre otros. “Ese punto es significativo para el Santo Padre, él quiere mucho a San Martín de Porres”, dijo.
La elección de la ciudad norteña de Trujillo, en palabras del religioso, es porque “el Papa siempre quiere estar al lado de quien sufre”. “Trujillo es símbolo del sufrimiento del norte peruano a causa del fenómeno del Niño costero”, señaló.
Sobre Puerto Maldonado, sostiene que el Sumo Pontífice tiene un aprecio fuerte por la conservación del medio ambiente, como muestra de ello la escritura de la Encíclica Laudato y, de otro lado, su preocupación por las comunidades amazónicas: “Él siempre se ha preocupado por los más frágiles y valora a los pueblos más olvidados”, añade.
PRESUPUESTO AUSTERO. Por su parte, el ministro de Trabajo, Alfonso Grados, responsable por parte del Gobierno de las coordinaciones entre la Iglesia Católica y el Vaticano, manifestó en diálogo con Correo que el presupuesto para las obras de rehabilitación, despliegue de seguridad, logística y medios de comunicación, y atención a la comitiva papal, en las tres ciudades, será “austero y razonable”.
“La magnitud de lo que vamos a gastar o invertir es austera y razonable. No va a tener impacto significativo en el presupuesto de ninguna entidad pública o privada y va a ser compartida por el gobierno central, regional y local. El rédito es importante, valioso y trascendental para el país, pero el presupuesto será austero, porque el país vive un momento de difícil situación económica. Aquí no va a haber exceso, lujo ni gasto desproporcionado”, prometió Grados.
Acotó que se formarán equipos multidisciplinarios con las diferentes carteras del gabinete ministerial, que trabajarán con la Iglesia, la Nunciatura Apostólica y los gobiernos locales y regionales.
Aunque Grados manifestó que recién en algunos días se confirmarán los recorridos que realizará Francisco, dijo que la “prioridad del Santo Padre es tener un recorrido popular, acercarse lo más posible a la población de a pie. “La cercanía del Santo Padre con los sectores populares del Perú está garantizada”, aseguró.
El titular del empleo espera, también, que esta visita papal reduzca la tensión social y política en el país. “Coincido con el Presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, que la presencia del Santo Padre debe contribuir a que este clima de tensión, enfrentamiento se vaya superando y su llegada sea un bálsamo de tranquilidad”, finalizó.