Bogotá: A pesar de las protestas regresan las corridas de toros luego de 5 años
Bogotá: A pesar de las protestas regresan las corridas de toros luego de 5 años

Luego de cinco años y de una inversión de 8 mil millones de pesos, el espectáculo taurino estará de nuevo en Bogotá en medio de plantones y manifestaciones en los alrededores de la Plaza este fin de semana.

La última vez que La Santamaría fue utilizada para un espectáculo taurino fue en 2012, año en que el entonces alcalde, el izquierdista Gustavo Petro, decidió cerrarla y convertirla en un centro cultural "alrededor de la vida".

Antes habían pasado por su arena algunas de las leyendas del toreo desde que fue inaugurada en 1931 gracias al impulso del ganadero Ignacio Sanz de Santamaría, que le dio su nombre.

EN CONTRA.

Sin embargo, desde la decisión de Petro se ha convertido en objeto de una pugna frontal entre partidarios y detractores de la fiesta brava.

La última palabra fue de la Corte Constitucional, que ordenó a la Alcaldía de Bogotá reabrir la plaza para las corridas y que se concluyeran las obras para reforzar su estructura.

La distancia política que separan los postulados de Petro de los de su sucesor, Enrique Peñalosa, no han sido óbice para que este último siga su senda.

Este jueves, Peñalosa escenificó su rechazo al reunirse con organizaciones animalistas y comparecer junto a ellos con una camiseta que rezaba "No al maltrato animal".

"Acatamos las órdenes de esa autoridad suprema y desafortunadamente habrá corridas en Bogotá, pero buscamos todos los posibles mecanismos (...) que lleven a que se acaben las corridas en Bogotá y en Colombia", dijo el alcalde, quien paradójicamente en el año 2000, en su administración anterior, condecoró a uno de los promotores de la tauromaquia en la capital.

Más contundente fue el vocero de los animalistas Juan Carlos Losada, quien consideró que este domingo será "un día de luto" y destacó que la decisión del Constitucional "no tiene en cuenta los derechos de los animales".

Para Losada, el espectáculo del domingo, en el que serán protagonistas los diestros "El Juli", Luis Bolívar, Andrés Roca Rey y seis toros de la ganadería de Ernesto Gutiérrez, "es una involución en la conciencia moral de Bogotá".

Sin embargo, los protaurinos se preparan para vivir una gran jornada y saborean las últimas horas mientras los toreros velan armas.

"Esto es una expresión artística y cultural arraigada aquí en Bogotá durante muchos años y un grupo de animalistas quieren acabar de tajo (con ella)", dijo a Efe Alejandro Henao minutos después de comprar sus entradas.

"No es la muerte final del toro, es una tradición que viene desde su crianza (...). Lo que sucede en la plaza es una serie de eventos, que incluyen caballos y música; es un todo muy hermoso", subrayó.

No solo los aficionados, también quienes viven del negocio que se genera alrededor de la fiesta están felices del retorno, como Jairo Antonio Guevara que recorre las plazas de Colombia vendiendo cojines, sombreros o las tradicionales botas de vino.

Para él, que desde niño ha acudido a los toros, el regreso de la fiesta brava a Bogotá supone un triunfo y sobre todo una forma de recuperarse del "bajón tremendo" causado por el cierre de la plaza.

En su opinión, el problema es que "ahora la juventud es muy diferente" a la suya, que "nació con los toros y los lleva en la sangre".