Un poco de estrés puede motivar a lograr los objetivos que se plantean, sin embargo cuando se convierte en un malestar agobiante, se corre el riesgo de ver la salud, productividad laboral y relaciones interpersonales afectadas.
Sara Mendoza Figueroa, gerente de marketing de Visma Latinoamérica, expertos en soluciones para recursos humanos, señala que el estrés es inevitable, sin embargo, hay algunos hábitos, circunstancias y características individuales que podrían estar contribuyendo al estrés laboral crónico y afectando la productividad.
Sin duda el trabajo remoto –como consecuencia de la pandemia, que nos llevará a partir del 31 de enero a nueva cuarentena– es una de la razones, pero también el exceso de responsabilidades, problemas en casa, la baja autoestima, realización de horas extras, privación del sueño, situaciones inesperadas, entre otros, señala.
“Varios estudios muestran que la mayoría de las situaciones causadas por el estrés crónico generan aspectos negativos para los colaboradores. Por ejemplo, estadísticas del American Institute of Stress dan a conocer que la principal causa de estrés laboral es la cantidad de trabajo, según el 46% de los encuestados, seguido de problemas interpersonales con un 28%, un 20% de dificultades para combinar la vida profesional con la personal y la falta de seguridad en el trabajo con un 6%”, detalla la especialista en temas de recursos humanos.
Recordemos que las medidas para controlar la crisis sanitaria han desencadenado una crisis económica sin precedentes y altas tasas de desempleo y recortes salariales.
Además, da cuenta que en una encuesta realizada por Trabajanco.com en Perú, a más de 2.050 encuestados, reveló que un 70% sufre de estrés laboral. “De igual forma, los principales motivos tiene que ver con la fuente de trabajo con un 39%, el desempleo con 27%, las responsabilidades 18%, y finalmente un 29% cree no haberse deprimido”, dice.
IMPACTO Y RECOMENDACIONES
Mendoza también da cuenta que otro estudio, a cargo de la consultora Korn Ferry, indica que de 2.000 profesionales consultados, el 75% afirma que el estrés laboral perjudica sus relaciones y su vida familiar, siendo las principales preocupaciones: el impacto financiero de la crisis (49%), perder a un ser querido (40%), enfermarse (37%), incertidumbre acerca de cómo el virus impactará su familia y relaciones (25%), y el estrés laboral o trabajo excesivo a raíz de esta situación (23%).
Pero, ¿cómo saber si el estrés laboral se está yendo de las manos? Indica que algunas de las señales que podrían evidenciar que algo no anda bien son la falta de energía, falta de foco, preocupación constante, disminución de la creatividad y efectos negativos en la personalidad como, por ejemplo, enojarse y gritar sin darse cuenta, afectando la productividad de la persona y la de sus compañeros.
En este sentido, Sara Mendoza Figueroa, recomienda practicar ciertos hábitos diarios para recuperar la buena salud mental y que contribuyen a disminuir los niveles de estrés e impulsar la productividad laboral como dormir lo suficiente y al despertar meditar por 5 minutos, evitar el multitasking (llevar a cabo distintas tareas al mismo tiempo), escuchar más, tomar breaks de conciencia, hacer ejercicio, llevar un registro y agradecer, aclarar las expectativas de los demás, y ser auténticos, entre los más importantes.