En el comercio minorista los artículos de cuero, computadoras; programas informáticos; equipos de telecomunicaciones y las ventas de artículos y prendas de vestir en tiendas por departamento siguieron con una tendencia negativa en setiembre, según el INEI. (Foto: Franciso Neyra / GEC)
En el comercio minorista los artículos de cuero, computadoras; programas informáticos; equipos de telecomunicaciones y las ventas de artículos y prendas de vestir en tiendas por departamento siguieron con una tendencia negativa en setiembre, según el INEI. (Foto: Franciso Neyra / GEC)

Aunque los números siguen siendo negativos, el sector comercio poco a poco viene acortando la brecha hacia su recuperación. Solo en setiembre, según cifras del INEI, la caída fue de 6,14%, como resultado de las menores ventas al por mayor (-6,65%), al por menor (-4,98%) y de vehículos (-5,47%).

Esto refleja una mejora, considerando que en agosto el retroceso fue aún mayor (8,12%), arrastrado sobre todo por la venta y reparación automotor, que fue la que más cayó (11%).

Si bien todavía no hay cifras oficiales, se esperaría que en agosto, setiembre y octubre este rubro cierre con -8%, aproximadamente, y para el cuarto trimestre con -6,4%, estima Óscar Chávez, jefe de Instituto de Economía de Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima.

“El comportamiento entre octubre y diciembre será el mejor de todos los trimestres de 2020. Recordemos que la caída en el segundo trimestre fue bastante dura (45%) por las mediadas en el control de la pandemia”, refiere.

Jorge Guillén, profesor asociado a ESAN, sostiene también que el factor Navidad mejoraría y movería la aguja del consumo en las familias; además se espera que para entonces se active la totalidad de la Fase 4 del plan de reactivación de las actividades productivas y se den anuncios positivos respecto a la vacuna contra el COVID-19.

ESTIMACIONES 2021

Pero ¿el reciente nombramiento del nuevo presidente interino, Francisco Sagasti, y del nuevo gabinete podrán favorecer y mover la aguja del consumo y favorecer al sector? Chávez señala que dependerá de la evolución del empleo, porque de no haber ingreso en los hogares es difícil pensar que el consumo se va reactivar.

“Tenemos que mirar las cifras del empleo, en el segundo trimestre más de 6 millones de personas dejaron de trabajar y, según el último reporte el empleo nacional cayó en 3 millones, es decir se recupera pero no a los niveles prepandemia y más el informal que el formal”, dice.

El economista considera que el sector comercio recién entraría en una fase de crecimiento en el segundo trimestre de 2021, en la medida que el empleo formal mejore, se controle la pandemia y no se dé una segunda ola.

Para Guillén otro reto que tiene este Gobierno y el siguiente es el rol en la ejecución de la inversión pública que tiene un efecto multiplicador hacia otros sectores, mejorarían las tasas de empleo, el sector privado se podría articular con el público, entre otros, y dar así señales de despegue.

No obstante, advierte que todos los sectores están articulados al sector salud y, por tanto, el comportamiento del comercio dependerá de la evolución de este y del buen manejo de la pandemia, de lo contrario las cifras de previsión se irían a la baja.

“El Gobierno interino no tiene que caer en el populismo; debe dejar una situación financiera relativamente sostenible y a inicios de un despegue. Las actividades aún por reactivar ya se deben sumar y no demorar más porque si el enfermo, que es la economía, pasa mucho tiempo en cuidados intensivos tendrá secuelas que serán más difícil de revertir”, asegura.

AL POR MAYOR Y MENOR

En el comercio mayorista durante setiembre se registró la menor venta combustibles líquidos y gaseosos, de textiles prendas de vestir, la venta al por mayor no especializada y de maquinarias y equipos, según el informe técnico del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Pero, sí se mostró crecimiento en otras ramas como la venta de enseres domésticos consistente en electrodomésticos de cocina (licuadora, olla arrocera, batidora); productos farmacéuticos y artículos de limpieza personal y del hogar; alimentos, bebidas y tabaco creció por la mayor comercialización de productos de primera necesidad.

Mientras que, en el comercio minorista disminuyó la venta de combustible en estaciones de servicio; artículos de cuero, computadoras; programas informáticos; equipos de telecomunicaciones y las ventas de artículos y prendas de vestir en tiendas por departamento, entre otros. En cambio, las grandes cadenas de supermercados e hipermercados registraron mayores facturaciones, especialmente en la línea de alimentos y bebidas, en respuesta a la mayor demanda de artículos de primera necesidad, promociones, campañas y convenios.

En tanto, en el comercio automotor se contrajo la comercialización de autos, servicio de mantenimiento y reparación; pero la venta de autopartes y motocicletas creció.