El museo va a tu casa: "El convite de Santa Teresa a San Pedro de Alcántara"
El museo va a tu casa: "El convite de Santa Teresa a San Pedro de Alcántara"

¿Sabías que… en el Museo de Santa Teresa tenemos un cuadro que presenta cuatro escenas en una?

Cierto día, Santa Teresa invitó a comer a San Pedro de Alcántara en el locutorio de su monasterio, pero el santo apenas comía, pues se ocupó más de hablar del amor de Dios. Ante esto, el mismo Niño Jesús se hizo presente, le dio de comer al Santo.

La pintura que nos ocupa hoy relata este momento, pero de una manera singular, pues en la misma escena de la comida, está también la aparición del Niño Jesús, en la parte central superior del cuadro.

Más abajo, se ve el instante en el que el Niño Jesús toma parte de la comida del plato de Santa Teresa y finalmente, delante de San Pedro de Alcántara, se da la acción misma en la que el Niño acerca el bocado de comida a los labios del Santo. Llama la atención lo variado y colorido del menaje, la comida y los frutos de la mesa.

Una cartela, ubicada en la mitad inferior, relata las escenas del milagroso hecho. A los lados de la cartela están San Francisco de Paula y, al parecer, nuevamente Santa Teresa.

Las cuatro escenas de la pintura se desarrollan con una ingenuidad exquisita, dejando de lado la perspectiva y las proporciones: lo importante era dejar bien en claro, que de manera absolutamente milagrosa, el Niño Jesús se presentó y alimentó a San Pedro de Alcántara. Para hacer más completa la obra, en las esquinas superiores se grafica dos hechos milagrosos: uno es de San adro de Alcántara levitando en el locutorio y el segundo en la cocina del monasterio.

El marco de este cuadro es muy especial, pues es de los pocos que en la época se hicieron a la medida del lienzo, probablemente por el mismo artista desconocido que pintó el cuadro. Este marco es de madera tallada y calada, además de dorada con pan de oro y está decorado con pájaros y flores esgrafiados. Los cuatro bordes son biselados y tiene una coronación calada en forma de arco.

El cuadro y su marco datan del Siglo XVIII, en conjunto no miden más de 150 centímetros y, como la gran mayoría de obras de aquella época, no está firmado ni fechado. Se ubica en el Coro Bajo del Museo de Arte Virreinal de Santa Teresa, y hace juego con otra pintura, sin duda del mismo autor, que tiene un tema similar, y que comentaremos en otro momento.