Desde muy pequeño supo que la única forma para sobrevivir era a través del estudio y la disciplina. Hoy, con una carrera profesional consolidada, Hugo Neira, destacado sociólogo y discípulo de Raúl Porras Barrenechea, recuerda cómo empezó esta pasión por el conocimiento, gracias a una excelente educación que recibió en la escuela pública peruana. Diario Correo conversó con él sobre la crisis actual de la educación en el Perú.
¿Cómo fue su niñez?
Me enviaron a una escuela fiscal que queda en Lince. Hasta ahora me acuerdo, era la N° 4029. Mis abuelas eran arequipeñas-italianas y tengo una anécdota que me enseñó mucho. Recuerdo que mi padre no podía firmar la libreta de notas, entonces mis abuelas lo hacían y me preguntaban -¿cómo estás este mes?, no mientas Hugo, te han jalado en algo- No, pero mira abuela, -no, no miro nada, es asunto tuyo, si tu no estudias es asunto tuyo, porque cuando seas muchacho, estaremos muertas y no vamos a poder dejarte nada, porque lo poco que tenemos nos permite vivir. Tuve una educación muy rígida, pero igual tenía calle.
¿En que consistía esa educación en las escuelas fiscales?
Gané una beca mediante un concurso de coeficiente intelectual a una escuela secundaria del Estado. Se estudiaba mañana y tarde, se dictaban los cursos de física química, geometría , matemática, geografía, historia, literatura, lógica, gramática. Hoy en día no saben gramática, esa educación que recibí, es la que se imparte ahora en Ecuador, Bolivia y Chile y en todo el planeta, salvo en el Perú, que han inventado otra cosa que no es educación. Fue un error sacar los cursos humanistas de la currícula escolar.
¿Cuál es la solución a esta crisis en la educación?
Hay que saber aprender. De los muchos antropólogos e investigadores tomaría la definición de cultura de Geerz: Conjunto de conocimientos, saberes, costumbres, maneras, cada uno tienen una forma de vivir. El ser humano viene no concluido al mundo y la cultura se ha hecho para completar nuestra humanidad, eso dura toda la vida, porque el hombre nunca esta completo. La cultura es lo que lo termina. La poesía lo hace humano, la filosofía lo hace pensar. Debe seguir cultivándose. El que cree que es bueno solo saber algo y trabajar es un ser incompleto.