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La erupción de uno de los 7 volcanes activos del Perú, entre ellos puede ser Misti, Ubinas o  no podría tomarnos por sorpresa o desprevenidos, pues el Observatorio Vulcanológico del Ingemmet (OVI) lo detectará con anticipación. 

Son 4 años desde que el OVI empezó a estudiar y vigilar los volcanes para detectar los cambios de los macizos y su probabilidad de erupción.

Este trabajo de monitoreo, permite que los pobladores de la provincia de Caylloma conozcan la dirección en que caerán las cenizas del volcán Sabancaya, la continuidad de las explosiones que se registran a diario y sobre todo si la actividad del cráter va en aumento o disminuye, pues en función a ello los comuneros proyectan sus actividades cotidianas como la producción de alimentos.

Cinco de los 7 volcanes que están ubicados en el sur del Perú, entre las regiones de Arequipa, Moquegua y Tacna, son vigilados por el OVI y en su mayoría con información en tiempo real.

  • ¿Pero en qué consiste monitorear el volcán?
Ramos Palomino explica que consiste en usar equipos o herramientas que permitan obtener información sobre los cambios o el comportamiento del volcán. Para ello emplean 4 métodos; el monitoreo sísmico, geodésico, geoquímico y visual.

Monitoreo Sísmico. Se usan sensores de banda ancha, de última tecnología. Estos equipos permiten identificar los sismos que ocurren a consecuencia del movimiento, la dinámica que existe en el interior del volcán, el movimiento de fluidos que pueda existir por el ascenso del magma. Tanto en el Ubinas como en el Sabancaya hay 6 sismómetros instalados, de los cuales 2 transmiten información en tiempo real.

En el Misti hay una que transmite en tiempo real a través de la telemetría.

Monitoreo de Geodesia. Se hacen 2 tipos de medición, a través de GPS y EDM (Medición de Distancia). Ambos miden la deformación del volcán, si el cráter se infla o se deforma en algún punto, indica que hay ascenso de magma. Hay 2 equipos en el Ubinas, 2 en Sabanacaya y en el Misti se instala esporádicamente. Además este método es combinado con las imágenes satelitales.

Monitoreo Geoquímico. Se realizan 2 tipos de monitoreos, el de gases volcánicos y fuentes termales. En el primero es necesario ingresar al cráter para sacar la muestra de los gases emitidos para conocer sus componentes. Es una forma de obtener una muestra directa, pero cuando el volcán aún no se encuentra en erupción. Este trabajo se combina con el escaneo de gases llamado DOES, que es un sensor que permite medir el flujo del dióxido de azufre del volcán. Se aplica más cuando el cráter se encuentra en actividad eruptiva.

Monitoreo Visual. Durante la erupción del Sabancaya en el año 1996, se tenía a un observador, un hombre dedicado a vigilar el volcán y apuntar los cambios que presentaba. Ahora se cuenta con cámaras especiales y resistentes que filman las 24 horas del día, y la información es transmitida en tiempo real. Hay 2 cámaras en el Ubinas, 4 en Sabancaya y 1 en el Misti.

¿Cómo nace el OVI? Durante la erupción del volcán Sabancaya en la década de los 80, un grupo de profesionales de ORSTOM formó a un grupo de vulcanólogos en el Perú, pero tras la crisis económica del Perú que se agravó con el terrorismo, obligó a los profesionales a abandonar el equipo, porque según Ramos Palomino, ya no recibían presupuesto para investigar.

La erupción del Sabancaya en el año 2006, tomó por sorpresa a los pobladores y a las autoridades.

Ramos narra que las instituciones como el gobierno local, nacional solicitaban información sobre el proceso de erupción para responder y ayudar a los desesperados comuneros, pero ninguna institución podía responder.

Ante esta carencia de información, Ingemmet decidió asumir la responsabilidad y formar un grupo de especialistas en vulcanología.

Ramos es uno de los profesionales que fue convocado en este grupo, por eso recuerda que entre el 2006 y 2013, la organización se dedicó a adquirir equipos como sismógrafos y los profesionales a familiarizarse con estas herramientas.

En febrero del 2013, vuelve la intranquilidad del Sabancaya. Los profesionales detectan los primeros indicios de reactivación porque el cráter emitía fumarolas y gases.

Sin embargo, en setiembre de ese mismo año, empezó la erupción del volcán Ubinas, ubicado en la región Moquegua.

Para entonces, en el volcán ya se habían instalado 5 estaciones con equipos como sismómetros y una emitía información en tiempo real. Con esta preparación, el OVI alertó a Defensa Civil de Moquegua para evacuar a los pobladores de Querapi, es decir, las decisiones se tomaban de acuerdo a las informaciones técnicas y las alertas que lanzaban.

Firmó un convenio con la VDAP, un programa de Estados Unidos, dedicado a la atención de países con erupciones volcánicas.

Este convenio, permitió que el año pasado donaran equipos geodésicos y geoquímicos valorizados en medio millón de soles.

Proyecto. Ingemmet tiene un proyecto de mejoramiento del servicio de investigación para adquirir equipos como GPS, drones, cámaras de video valorizados en 5 millones 510 mil soles. Se presume que los equipos estarán listos para setiembre próximo. “Esto va a permitir dar el salto tecnológico para generar información más rápida y certera”, aseveró Ramos Palomino.

Aniversario. 15 de marzo del 2017, el OVI cumplió 4 años de creación y en este tiempo su trabajo es importante en la prevención.

1 persona fue contratada para que monitoree el Sabancaya en 1996

4 estaciones tiene el Ingemment que brinda información en tiempo real a los técnicos