Arequipa: "Quiero que me devuelvan a mi hijito", suplica Rosa Casquina (VIDEO)
Arequipa: "Quiero que me devuelvan a mi hijito", suplica Rosa Casquina (VIDEO)

Las vidas de Rosa Casquina Sacsi (31) y Virgilio Cuellar Alarcón (32) cambiaron el último 2 de octubre. Una mujer se robó a su pequeño Juan Pablo a pocas horas de haber nacido en el Centro de Salud de Mariano Melgar (). Es el tercero de sus hijos.

“En Navidad, el mayor regalo para mí, será que esa señora que se llevó a mi hijito me lo devuelva, él necesita el calor que únicamente le puedo dar yo, su madre”, dijo Rosa con visible tristeza.

Ella aún guarda la ropa de su pequeño, ajuares, ropones, pañales de tela, frazadas y colchas, porque tiene la esperanza de que volverá a tenerlo entre sus brazos como cuando nació el pasado 1 de octubre, cuando lo abrazó y sintió sus latidos y vio su rostro y su cabello negro. “Yo confié en esa falsa enfermera, nunca me imaginé que iba a robarse a mi bebé”, se lamenta.

FUERZA. Rosa no llora cuando habla de su bebé, y es que el dolor lo lleva por dentro. “Ya lloré y lo hago cada noche cuando le pido a Dios que mi hijito aparezca. A veces quisiera morirme, pero lo único que me da fuerza son mis dos hijos, ellos me necesitan”, dijo.

Virgilio, padre del pequeño Juan Pablo, no puede contener las lágrimas cuando le pregunto sobre su hijo. ¿Siente que le quitaron un brazo o una pierna?, no, me dijo, siento que me arrancaron la vida, no puedo dejar de pensar en ¿cómo estará? ¿dónde estará? y me duele no tenerlo en mis brazos, respondió entre lágrimas.

Pero lo que más les duele a Virgilio y a Rosa es que este 2 de diciembre se cumplen dos meses de que Juan Pablo fue raptado por una mujer y no han encontrado a la responsable o responsables.

“Cuando mi hijo desapareció a la semana me fui a Lima y hablé con el jefe de la Divincri (División de Investigación Criminal) y me dijo que los jefes de Arequipa habían informado que la investigación estaba en 90% a 95%, tenían que solicitar apoyo si es que lo necesitaban, pero nada, hasta ahora no sé nada de mi hijito”, agregó.

También acudió a la Fiscalía de Mariano Melgar, pero le dijeron que siguen investigando. “Ellos presumen que fue alguien de mi entorno familiar, pero no creo; sin embargo, sea quien que sea responsable solo quiero celeridad del caso, en Lima he visto que encontraron a niños raptados en días en el caso de mi hijo ya serán dos meses”, dijo.

Virgilio es carpintero natural de Apurímac y aunque el trabajo es escaso sigue adelante, Rosa es ama de casa, pero antes laboró en la chacra y también en terminal de papas, ella es de Chumbivilcas (Cusco).

HUMILDAD. Su vivienda es rústica y humilde, lo único que quieren es encontrar a su pequeño Juan Pablo.

Ambos padres han recurrido hasta a la lectura de la coca para conocer el paradero de su vástago y ya no saben qué hacer para dar con él.

Pese a su precaria economía como carpintero ya que el trabajo no abunda, Virgilio sigue el caso de su bebé y lo último que supo es que la Fiscalía del Módulo Básico de Mariano Melgar llamó a declarar a quien hacía limpieza en el Centro de Salud de Mariano Melgar y a una vendedora de helados quienes habrían visto de cerca a la raptora, pero no acudieron a rendir su manifestación.

“Queremos que todos declaren, todos. Cuando vimos los videos de la cámaras de la Municipalidad Distrital de Mariano Melgar, vemos que sale primero un doctor, luego la falsa enfermera y después hay una mujer, queremos que revisen bien este material”, dijo Virgilio, quien en sus manos lleva las fotos de cada momento en que la raptora salió del Centro de Salud de Mariano Melgar sin ser detenida por nadie.

ENFERMERA. Rosa narró que nunca desconfió de la falsa enfermera porque entró a su cuarto a las 21:00 horas del 1° de octubre e incluso le preguntó cuántos hijos tenía, cómo se llevaba con su esposo. “Me pareció extraño, pero no imaginé nada, porque mi último hijo nació en ese Centro de salud y no pasó nada”, contó.

Lo que sí le pareció extraño es que el 2 de octubre fue a visitarla por la mañana y le dijo si quería dar en adopción a su niño, pero Rosa le dijo que no.

“No sospeché nada y luego de hacerme esa pregunta me dijo que iba a llevar a mi bebé para verle su ombliguito y nunca más regresó, y luego, las doctoras me dijeron que mi bebé no estaba. No podía creerlo”, dijo.

El pequeño Juan Pablo, al momento de su desaparición, vestía un ajuar de algodón azul y su ropón era amarillo. Sus padres aún guardan el gorrito de ese ropón, y esperan encontrarlo pronto.

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