La organización terrorista Sendero Luminoso (SL), que opera en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) ha cesado el fuego, pero ello no le imposibilita a buscar protagonismo, por ello a través de un panfleto distribuido en la provincia de Huanta (Ayacucho) la organización terrorista rechaza las elecciones presidenciales de abril próximo y lanza fuertes calificativos para cada uno de los candidatos y partidos políticos.
El panfleto es firmado como el comité central del Partido Comunista, que lidera Víctor Quispe Palomino, auto proclamado, camarada “José”.
El titulo precisa: “Abajo las fascistas, vende patrias, antipopulares, narcotraficantes y corruptas elecciones generales del 10 de abril del 2016” y respalda su premisa con un postulado de Carlos Marx argumentando que las elecciones son elecciones burguesas y no populares.
Precisa también que los partidos burgueses están colmados de mercenarios y tránsfugas que no defienden los intereses del pueblo peruano y las masas populares. Por ello piden al pueblo peruano rechazar sus propuestas.
Precisan que los partidos políticos actuales están financiados por el narcotráfico conformados por narcotráficnates legalizados, corruptos y rateros; y que por ello jamás existirá para las masas democracia, justicia, libertad y verdad.
Califican a Alan Garcia de ratero y al APRA de narcotraficantes aliados junto al decaído PPC. Además, César Acuña es señalado como narcotraficante y corrupto.
En otro punto califican a Perú Posible de Alejando Toledo, y Keyko Fujimori como los partidos desintegrados. Mientras que Veronica Mendoza, Yehude Simón, Antero Florez Araoz, son considerados como candidatos transfugas y derrotados.
La organización se dio tiempo de analizar la actuación de cada uno de los presidentes como Belaunde Terry a quien descalifican y atribuyen la muerte de peruanos, con el pretexto de enfrentar la lucha armada.
Acusan a Ollanta Humala de un falso nacionalismo y de ser títere de oligarquías nacionales y extranjeras.
Referente a Alejando Toledo, precisan una complicidad en el crecimiento del narcotráfico en el Vraem, donde estarían involucrados altos mandos del Ejército Peruano y Policía Nacional.
El documento es analizado por agentes especializados en terrorismo de la Policía Nacional del Perú (PNP).