Imagen
Imagen

El presidente de la República, Ollanta Humala, fue agredido la tarde de ayer cuando se retiraba de una accidentada inauguración de una obra en la zona de Tangay, Nuevo Chimbote.

Los seguidores del gobernador de Áncash, Waldo Ríos, explotaron en rabia cuando el personal de seguridad del jefe de Estado impidió a la autoridad regional subir al estrado oficial, donde estaban otros alcaldes.

Esta agresión sucedió en la frustrada inauguración de la obra de mejoramiento de agua potable y alcantarillado del Ministerio de Vivienda, que demoró cinco horas para comenzar.

Humala llegó, cantó el himno nacional y ofreció un discurso de dos minutos que terminó así: “tenemos que luchar contra la corrupción”. En esos momentos la “portátil” de Ríos pifiaba.

Incluso varias mujeres llegaron a increparle de muy cerca a Humala, cuando este bajaba del escenario. Es ahí cuando le lanzaron tierra en la cabeza. Humala decidió marcharse en otra camioneta para evitar la turba que lanzó una piedra al vehículo. Lo despidieron con calificativos de “mentiroso” y “traidor”.

LO NIEGA. De su parte, Waldo Ríos aseguró que no llevó una portátil y que solo busca que Humala le dé audiencia. “Espontáneamente el pueblo se solidarizó conmigo diciendo que deben dejar pasar al gobernador regional (al estrado)... El pueblo ha hecho uso y quizá en manera de reclamo alzando la voz”, justificó.