Ollanta Humala burla disposición para el cuidado de Machu Picchu (VÍDEO)

El Santuario Histórico de Machu Picchu fue vulnerado, y nada menos que por el propio presidente de la República Ollanta Humala, quien, haciendo caso omiso de la normativa vigente para la salvaguarda de una de las denominadas maravillas mundiales, sobrevoló la ciudadela inca, causando asombro e indignación entre propios y extraños. 

Sucede que un sitio como Machu Picchu, considerado Patrimonio de la Humanidad por Unesco, y reconocido por una serie de entes internacionales, es sumamente valorado y resguardado por distintas normativas, que buscan su preservación para el futuro, tomando en cuenta sobre todo lo antiguo del lugar, las especies que lo habitan y la carga turística, que, queramos o no, genera un impacto negativo en este tipo de zonas.

Sin embargo, desconociendo todos estos tratados y el enorme trabajo que realizan distintas instituciones para su preservación, el día martes por la tarde, luego de visitar la provincia cusqueña de La Convención, Ollanta Humala decidió sobrevolar la antigua llaqta inca, a su paso hacia el aeropuerto de la ciudad del Cusco.

LA PROHIBICIÓN. Para contextualizar el hecho nos remontamos a 1999, cuando el ahora extinto Instituto Nacional de Cultura del Perú (INC), a través la resolución Nro. 002-99-UGM, publicada el 30 de diciembre de 1999 buscó poner a salvaguarda el patrimonio inca, prohibiendo de manera definitiva los vuelos en naves motorizadas o no, a menos de un kilómetro del parque arqueológico.

Pese a ello, los sobrevuelos continuaron, atentando de manera irreversible contra centenares de especies de fauna y hasta flora, que se veían afectadas por helicópteros y otros, que además ponían en peligro los delicados vestigios incas debido al trepidar de los rotores de las máquinas y sus hélices. Es así que el ocho de setiembre del 2006, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), junto al ex INC y el ex Instituto de Recursos Naturales (Inrena), declaró zona prohibida el espacio de la ciudadela inca, resolviendo una autorización que Aeronáutica Civil le había entregado a una empresa privada de helicópteros.

Entre los argumentos del MTC, figura el impacto negativo a todo nivel, que se desencadenaba en Machu Picchu a través de los vuelos sean tripulados o no, es así que a partir de la fecha no se había presentado un solo caso, hasta el pasado martes por la tarde.

Los guardaparques y personal que trabaja en la ciudadela, denunciaron que a raíz del sobrevuelo (a una altura más baja que la montaña Huayna Picchu), un oso de anteojos bebé escapó de su madriguera en los bosques aledaños, haciendo su ingreso a la misma llaqta, teniendo que ser necesaria su captura para devolverlo a su familia. Esta habría sido solo una muestra tangible de lo que pasó durante el sobrevuelo del helicóptero y de sus consecuencias.