Los señores de la zumba, cargados de mucha picardía y sobretodo mucha fe, fueron partícipes de un colorido desfile. En este se vio una ardua competencia entre los chinchilpos y gamonales, para así poderse llevar la bendición del Tayta Niño de Huayucachi.
Durante sus respectivas presentaciones, cada bando demostró con bastante jocosidad múltiples danzas del territorio nacional. Asimismo, para este evento cultural arribaron miles de turistas locales, nacionales y extranjeros, los cuales aplaudían con cada representación. A ellos no les importó estar varias horas parados para ganar un lugar.
En la tarde, los mismos bandos se batieron en un duelo de latigazos, para así ver quién será el ganador de este año durante estas festividades llenas de alegría y mucha fe.