​¿Dónde está Guisell? continúa la búsqueda de la niña desaparecida (VIDEO)

Las horas pasan y la angustia agobia. La pequeña Guissell Maryori (8), dejó su natal Pazos (Huancavelica) para estudiar en Huancayo, con su alegría y espontaneidad se ganó el cariño de sus profesores y compañeros de la I.E ‘Inmaculado Corazón de María’. 

La tarde del miércoles 5 de junio, la escolar salió de su casa ubicada en la calle Mariscal Castilla, cerca del mercado del distrito de Chilca, degustando un chupetín, fue a comprar pastillas a la farmacia. Los medicamentos eran para el dueño de la casa donde vive. De ese encargo, Guissell ya no volvió, desapareció. 

En casa su madre Hayde Puente Sullca, no dejaba de mirar desde la puerta, salió a buscarla y nada. Han pasado más de 72 horas y la alumna de segundo de primaria no aparece. Las imágenes captadas por una cámara de seguridad de un comercio atormentaron a sus familiares; un joven de unos 20 a 25 años de edad, se llevaba a Guisell, cuando el reloj marcaban las 15:06 horas.

CLAMAN. En las imágenes se observa que el sujeto captó a la menor cerca de un comercio, Guisell se detiene, luego ambos caminan juntos. La niña no ofrece ninguna resistencia por lo que presumen que conocía al sujeto. Desesperados, Aydé y su esposo Edgar Ventura Reymundo, se movilizaron e imprimieron decenas de volantes con la fotografía de su hija desaparecida. 

“Ayúdennos a encontrarla por favor, no le hagan daño es una niña muy cariñosa , alegre”, repetían, rompiendo en llanto. A la búsqueda se sumaron profesores de la institución educativa, policías de la comisaría de Chilca, serenos y agentes del Departamento de Desaparecidos de Huancayo. “La pequeña es tan linda, tan inocente por favor tenemos que encontrarla”, invocó Noemi Ticse, su profesora. 

La comitiva pegó los afiches en diferentes lugares con los teléfonos 977207715 - 999622799 para que cualquier persona que sepa del paradero de la niña, se comunique con la familia. La búsqueda no cesa, los esposos más unidos que nunca, rezan para encontrar sana y salva. “Por favor devuélvanme a mi hija”, invocó la madre.