Por primera vez, se publica una novela que vincula Huancayo con el colonialismo de África Central. Juan Carlos Suárez Revollar, conocido en nuestra ciudad como editor, acaba de sacar a la luz, ahora como autor, ‘Cautivos de mar y tierra’. Se trata de una novela de aventuras que pone en vigencia la I Guerra Mundial, a poco de cumplirse 100 años de la victoria aliada.
¿Cómo te animas a escribir una novela?
Al editar, uno también hace literatura. Esa labor no es solo preparar un libro ajeno en sus aspectos visuales o de fondo. Para ser editor necesitas tener pasión por la literatura. Por mi carácter, dudo que hubiese durado tanto en ese rubro si no fuese así. De ahí a pasar a escribir es solo cuestión de tiempo.
¿Cómo un autor huancaíno se aventura a escribir sobre un espacio tan lejano a su realidad?
La novela se situó en ese espacio y tiempo porque solo un contexto hostil te permite someter a los personajes a acciones extremas. Solemos ser racionales, salvo cuando las circunstancias nos obligan a hacer cosas que rebasan nuestras capacidades. Sobre todo, me interesaba conseguir una inmersión en la raíces del espíritu humano.
Pero la novela ofrece también una visión del colonialismo y las diferencias raciales. Y ahí también se relaciona con nuestro país. Hemos pasado por un proceso de colonialismo feroz, que suele implicar grandes diferencias a partir de las razas de colonos y colonizados. El colonialismo en el mundo acabó siendo un gran negocio a partir de la deshumanización. Las colonias de América y África distan varios siglos, pero en el fondo fueron exactamente igual de inhumanas.
¿Por qué cautivos y por qué de mar y tierra?
Desde un inicio los personajes están sometidos a la voluntad de la naturaleza. En unas tierras tan hostiles, aunque creen vivir en libertad, son cautivos de los elementos. El riesgo de perder la vida es constante, ya sea por enfermedades tropicales o por la vertiginosidad de un mundo sin ley, lo cual se agrava por la guerra. Quizá esa fuera la resistencia de la naturaleza contra aquellos que intentaban arrasarla.
El libro tiene todo el estilo de una novela de aventuras. ¿Era esa tu intención?
Digamos que sí. Pero en otros aspectos la novela siguió derroteros completamente distintos a mi intención inicial. No esperaba que adquiriera esa multitud de subtemas. Aunque al escribirla intenté ser paciente y disciplinado, siento que en ese proceso los personajes se iban desarrollando según su propia voluntad.
¿Adaptarte a tus personajes no te ponía en riesgo de alterar los hechos históricos?
Si deseas escribir una novela creíble, no tienes más remedio que investigarlo y leerlo todo sobre el tema que abordas. Es la única forma de evitar anacronismos e inconsistencias geográficas o históricas.
¿Evidencias en el mundo actual alguno de los temas que refleja la novela?
Me temo que en los aspectos más básicos el hombre sigue igual que hace siglos. Hay un nuevo colonialismo y grandes conflictos por temas de raza o religión. Durante un desastre o cualquier situación extrema, vemos que sale lo peor de nosotros. Pero entonces te topas con una persona que entrega su último sorbo de agua a un niño sediento y comprendes que el mundo no es tan malo.
¿Leer ‘Cautivos de mar y tierra’ es pertinente para los jóvenes de hoy?
Definitivamente sí. Al ser una novela de aventuras, ocurren muchísimas cosas y, en cierto modo, permite una lectura amena. Pero sé que ofrece más que eso. Quiero pensar que después de leerla, algo muy dentro de ellos podría haber cambiado. Es a lo que debemos aspirar cuando hacemos literatura.