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El líder del Partido Aprista Peruano (PAP), Alan García Pérez, durante su visita a varias zonas de La Libertad hizo un alto para conversar con Correo. Explicó -entre otras cosas- el motivo por el que perdieron el denominado “sólido norte” aprista.

Aunque negó que su visita a esta parte del país sea el punto de partida para su postulación presidencial en el 2016, durante su alocución en el distrito de Chao (Virú) dejó esta frase: “Esta es nuestra bandera, y quien quiera que nuestro partido triunfe pues que se ponga detrás de ella”.

¿Empezando la campaña 2016 en el norte?

No, no. Estoy saludando a las autoridades recientemente elegidas en los comicios internos del Apra, en el que participaron una gran cantidad de jóvenes. Reitero mis saludos en Chimbote, en Casma, en diferentes lugares. Guadalupito, Chao, Virú, Trujillo; y seguiremos en Pacasmayo, Chiclayo.

¿Cuál es la proyección para la campaña 2016?

Lo que me interesa es vitalizar el movimiento aprista, la nueva organización juvenil de sus comités y me interesa que se vuelva a fortalecer el concepto de las obras que el partido ha dejado. Es muy satisfactorio que en todo el camino recorrido desde Lima puedo ir contactando obras. En Guadalupito, obras de agua potable y alcantarillado, el canal de regadillo en el río Santa, pistas, veredas, electrificación. Esto es lo que los apristas deben saber, estudiar y difundir.

¿Esa es su presentación de campaña?

No, la experiencia, con mayúscula, es la bandera que el Apra puede presentar en esta situación un poco confusa y caótica a la que nos ha traído el actual gobierno (de Ollanta Humala).

En La Libertad ustedes se atribuyen el proyecto Chavimochic, pero sus opositores opinan lo contrario.

Nosotros impulsamos las dos primeras etapas, desde 1987, pero evidentemente debe ser concluida Chavimochic en toda su integridad para que garantice trabajo. Fíjese usted, desde el 2005 al 2011, el número de asegurados en La Libertad subió de 409 mil a 844 mil, y asegurados siginfica tener trabajo.

¿Será dura la campaña electoral?

No, no. Siempre todas las campañas dicen que van a ser las más duras y las peores de la historia, no es así. Hace 100 años las campañas eran a balazos y con toma de mesas, de manera que no había la democracia que ahora tenemos. Yo tengo confianza. El Apra tiene algunas cosas que mostrar, tiene experiencia, como no la tienen otros: en obras, en ejecución y en éxitos de gobierno.

¿Pero también hay debilidades?

Ah, pero evidentemente. Eso les toca decir a los periodistas que son tan alegres en decir las debilidades ajenas. Nosotros mostramos lo que ofrecemos de positivo, sabemos que hay errores, defectos, sabemos que hay tropiezos humanos. Pero el balance fundamental es distinto y podemos ofrecerle al país. Como lo dije en Chimbote, pudimos ofrecer disminuir la pobreza y lo cumplimos. Ahora podemos crecer con más seguridad ciudadana y con más igualdad entre los peruanos, esto es lo que en síntesis el Apra puede ofrecer.

Pero también hay un estigma en el Apra asociado a actos de corrupción.

Ahora nos maltratan, nos insultan. Pero sabemos que eso no es más que el paso previo para volver.

APP siempre sale con el discurso que derrotó al “sólido norte” aprista, ¿fue así?

Sí, eso es un hecho, ¿no? Es un hecho en la ciudad de Trujillo, pienso que el partido se durmió en sus laureles.

¿Qué faltó, qué pasó?

Pienso que nadie debe quedarse mucho tiempo en el mismo sitio. No hay una ciudad conquistada para siempre, las personas ven desgastada la imagen, ven que se puede cambiar.

¿Faltó renovación de cuadros?

De cuadros; y la democracia es para renovar también los partidos en los gobiernos, ah. Nadie puede tener el municipio de Trujillo por 30 o 40 años y decir: “aquí me voy a quedar para siempre”. Yo creo, y siempre lo he sostenido, he sido enemigo de la reelección, es decir, el que llega al gobierno y comienza a cambiar las leyes para quedarse inmediatamente allí, comete un gravísimo error porque siempre se anda rodeado de gente que van a persisitir con él en el segundo gobierno.

Pero el Apra acá tuvo muchas reelecciones; José Murgia es un ejemplo de ello.

Bueno, pero, estoy de acuerdo en eso. Por eso el pueblo considera en algún momento: vamos cambiando.

¿Debieron darse nuevos aires?

Debió, hubiese, son tiempos muertos en política. El pueblo actuó de alguna manera...

¿Se hace un mea culpa?

Mea culpa hágalo usted. Yo no estoy en esa condición en este momento. Yo analizo cuáles son los puntos fuertes, las debilidades. Y digo que, como en muchas partes del mundo, el pueblo después de premiar a un movimiento históricamente por largo tiempo y varias elecciones, decide cambiar.

Pero usted también es una figura ya conocida, ¿acaso no debería haber un cambio en ese nivel?

Yo jamás quise una reelección presidencial, la rechacé y nunca haría eso porque sé que el que se queda en el gobierno es para su mal. Por bien que lo haga, desgasta su propia imagen y vendrá otro que es una novedad.

¿Para el Apra, el ascenso de APP es pasajero?

No lo sé. Porque no soy pitoniso como usted. Simplemente, digo que de acuerdo a como se gobierne podrá quedarse más o menos tiempo, no lo sé.

¿El 2016 es la gran oportunidad para el Apra?

No sé si es la gran oportunidad, usted lo bautiza así. Digo que es una oportunidad. Después vendrá el 2021, el 2026.

¿Detrás de usted hay figuras apristas que puedan reemplazarlo?

Deseo fervientemente tener, y cuanto antes, un reemplazo, por eso es que no he enarbolado una candidatura presidencial.

¿Todavía no los hay?

Hay figuras que deben construirse porque esto no se nombra con un dedo. La figura el pueblo la identifica y la eleva, por el momento. Deseo que se contruya en este tiempo. Tenemos muy buenas caras, buenos antecedentes políticos como Mulder, Cornejo, Javier Velásquez, el mismo Elías Rodríguez que tiene mucha fuerza aquí en el departamento. Son proyectos interesantes, la carrera está lanzada.