Apechuguen nomás, señores
Apechuguen nomás, señores

Señores conservadores de toda la vida, religiosos incólumes. Señores que no aceptan razones porque para ustedes ya todo está escrito y nada debe ser cuestionado. A ustedes que creen en el dogma. A ustedes que piensan que el machismo es lo natural y que la ideología de género es un lastre moderno. Para todos ustedes, señores, va este mensaje.

Señores, lo siento mucho, pero debo decirles que van a sufrir mucho en los años que vienen, en todo el tiempo que les queda por vivir. Y no lo digo por mala leche, no es que disfrute con cinismo lo que van a sufrir indefectiblemente. Lo digo, sobre todo, porque deben saberlo ya, porque es mejor estar preparados para lo que se viene, y para que al menos el dolor se sienta menos.

Sépanlo ya, admítanlo: las mujeres se están liberando del viejo yugo machista que incluso se deja apreciar en las Sagradas Escrituras. Fíjense bien: sus hijas ya no son como las mujeres de antes, no aguantan pulgas, no están dispuestas a ser el furgón de cola de un hombre egoísta e indolente. Ellas ahora quieren ser independientes, no estar sometidas a los designios de un varón que porque tiene el poder del dinero cree que puede actuar como mejor le parezca.

Aún más, ellas ahora ni siquiera esperan a que llegue un príncipe azul para rescatarlas de un castillo en el que están encerradas. Ellas ya no se tragan ese cuento, ahora son capaces de ir tras el hombre que quieren si es que creen que vale la pena y, si al cabo de un tiempo el hombre que quieren les paga mal, pues lo dejan y punto porque cada vez tienen menos prejuicios y estereotipos que alimentar antes de dejar a quien les hace sufrir.

Señores, no es por preocuparlos pero en verdad ellas cada vez seguirán menos sus consejos aprendidos a rajatabla. Si no, fíjense bien como hasta ven con buenos ojos que dos personas del mismo sexo se amen y estén juntos, algo que ustedes jamás aceptarán y que les causa repelús ni bien se los mencionan; fíjense como ellas pueden hasta aprobar la distribución de la llamada pastilla del día siguiente, otra cosa que a ustedes les causa resquemor. Es que ellas ya no aceptan imposiciones y dogmas, ahora ellas analizan y anteponen la razón.

Lo lamento, pero ellas vestirán como mejor se sientan, usarán sus microfaldas si es necesario para salir a la calle porque para ellas eso no significa nada malo, es algo normal y civilizado, y por eso ningún hombre debe sentirse en “derecho” de acosarlas.

En serio que lo siento, pero tienen que saber que ahora estas mujeres no se apurarán por casarse con el primero que les proponga amor eterno, algunas de ellas mantendrán largos años de soltería y sin hijos, buscarán primero ser unas profesionales realizadas, viajar y conocer gente antes de dar el paso definitivo.

Sé que el panorama que les pinto les aterra, pero es real, está incluso ocurriendo ya ahora mismo. La mujer ha empezado a liberarse de su viejo yugo. Apechuguen nomás, señores.

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