Con la instalación de cubierta y puntales de madera en los muros en sectores considerados vulnerables de los sitios arqueológicos Marcahuamachuco, Wiracochapampa y Cerro Miraflores, la Unidad Ejecutora 007: Marcahuamachuco culminó las actividades de mantenimiento anual programadas para el cuidado y protección de edificios arqueológicos frente a la temporada de lluvias que se inicia en el ande peruano en diciembre y se extiende hasta marzo, en La Libertad.
El responsable de la Unidad de Conservación, Alberto Ocas Saldaña, detalló que previo a la ejecución de los trabajos de mantenimiento, se realiza un diagnóstico pormenorizado del estado de las estructuras que permite identificar las zonas más vulnerables para su intervención.
"El reforzamiento con puntales de estructuras inestables y en precolapso fue prioritaria para lo cual se realizó la evaluación de los maderos existentes con la finalidad de sustituir los que presentaban un estado deteriorado a causa de la humedad”, señaló el especialista.
Esta actividad se realizó en el Edificio A del Sector Cerro de las Monjas, la Muralla Oeste, la Plaza Principal y las Galerías B y C del sector Cerro del Castillo del sitio arqueológico Marcahuamachuco.
OTROS TRABAJOS. También se realizó el mantenimiento de cubiertas en la Plaza Principal de Marcahuamachuco y en dos sectores de Wiracochapampa. El daño de estos elementos se origina por el clima propio de la zona.
“Las cubiertas son necesarias para proteger los edificios de los fenómenos meteorológicos. La humedad afecta los postes y los hace frágiles e inestables, lo cual provocaría que el agua de lluvia se filtre hacia zonas protegidas por lo que fueron remplazados”, indicó Ocas.
El responsable de la entidad del Ministerio de Cultura, Hugo Deudor Yarasca, informó que esos trabajos se realizan de forma permanente para resguardar las antiguas estructuras y son realizadas por profesionales y técnicos de la institución.
“Una de las funciones de la Unidad Ejecutora es realizar durante todo el año actividades que permitan el cuidado y protección de estos sitios. La temporada de lluvia es una de las más perjudiciales para nuestro patrimonio pero ya estamos preparados para afrontarla”, finalizó.
Estos trabajos se complementan con la limpieza de drenajes para evitar aniegos en los recintos, lo cual perjudicaría a las bases de las estructuras, y con el corte y eliminación de vegetación que creció en la superficie de los recintos y en las cabeceras de los muros.