El aire puro que se respiraba en Trujillo es cosa del pasado, luego de los huaicos los trujillanos respiran polvo y ante ello se ven obligados a utilizar unas mascarillas.
La ciudad de Trujillo ha resistido seis huaicos la última semana luego de la salida de las aguas de la quebrada San Ildefonso y ante ello todo ha quedado lleno de lodo, tierra y basura. Las pistas lucen lodo seco y ante el paso de los vehículos enorme polvo levantan.
NEGOCIO. En las esquinas de la avenida España con el jirón Pizarro, a la altura de la OR, vendedores ofrecen las mascarillas para protegerse del polvo a un sol.
Los trujillanos que transitan por el centro de la ciudad lucen sus mascarillas para protegerse del enorme polvo que levantan los vehículos.