Imagen
Imagen

Fue un fin de semana de octubre del año 2012, en el distrito La Esperanza, cuando por primera vez a Elidio Espinoza Quispe lo aclamaron decenas de personas como futuro alcalde de .

Ese día, el coronel en retiro fue el protagonista estelar en un plenario sobre seguridad ciudadana en la iglesia esperancina de Madre de Dios, un evento que fue organizado por “La Esperanza Ahora”, movimiento en cierne liderado por el excandidato a la alcaldía de ese distrito, Jorge Guarniz.

Guarniz y el cuñado de Elidio Espinoza, Roberto Prado, ya habían estrechado lazos políticos. Prado había convencido al coronel en retiro de que entrara en política y encabece una nueva opción electoral, en vista de su creciente popularidad tras ser acusado de liderar un escuadrón que ultimó a presuntos delincuentes.

El plenario en La Esperanza fue precisamente el primer gran baño de popularidad y su estreno en la arena política. “¡Elidio alcalde!”, “¡Elidio alcalde!”, gritaba ese día a las afueras un nutrido grupo de jóvenes de la naciente organización “La Esperanza Ahora”. Unos meses después, en algunas calles ya se veía el lema: “Elidio Ahora”.

Dos años más tarde, justamente, el clamor se hizo realidad. Elidio Espinoza fue electo como alcalde de Trujillo, pero con un movimiento cuyo nombre era otro (Movimiento Regional para el Desarrollo con Seguridad y Honradez) y cuyos personajes también eran otros.

RUPTURAS. En la etapa de recolección de firmas para el flamante partido que llevaría al coronel en retiro como candidato a alcalde, lideraron la organización su cuñado Roberto Prado -quien en más de una vez se ha jactado de ser el iniciador de todo-, Jorge Guarniz, el dirigente transportista Orlando Velásquez y -aunque con menos presencia entonces- la exdirigente taxista Esperanza Yarlequé.

De acuerdo a la información recogida por este diario, fueron Prado y Guarniz quienes más trabajaron y quienes más dinero aportaron en esta primera etapa en que lograron recolectar unas 65 mil firmas para la inscripción.

Como dato adicional y desconocido hasta ahora, varias fuentes coinciden en que Carlos Fernández Verde, hoy regidor de oposición y uno de los más fiscalizadores de la gestión municipal, tuvo un acercamiento con la organización en ese entonces. Sin embargo, las mismas fuentes señalan que “Elidio nunca lo quiso cerca” y por ello él mismo se alejó.

Al respecto, tras ser consultado, Fernández ha reconocido que mantuvo “dos reuniones” a través de Prado, pero que luego no se llegó a nada debido a que el proyecto político no se mostró lo suficientemente serio.

Lo cierto es que cuando ya estaban las firmas listas para ser ingresadas, ocurrió un choque entre Elidio Espinoza y su cuñado Roberto Prado. Ambos tuvieron un enfrentamiento verbal en el local partidario, delante de todos los presentes. Y Prado pateó el tablero. Dicen los presentes que se sintió traicionado y le echó en cara a su cuñado el gasto de esfuerzos y dinero que había hecho en nombre de la organización.

“Tú has dado porque has querido, yo nunca te he pedido que des”, le dijo Elidio Espinoza, según los testigos.

Y allí se empezó a romper la estructura inicial. El transportista Orlando Villanueva días después intercedió ante Elidio Espinoza por “el doctor Prado”. El coronel en retiro habló sin contemplaciones: “si tanto lo defiendes (a Prado), te invito a que también te vayas con él”. Villanueva, cuentan, se fue llorando del movimiento, decepcionado de aquel a quien había ido a apoyar con su gremio a la afueras de los tribunales en los que se lo juzgaba.

REAJUSTES. Sin los grandes iniciadores de la organización, era lógico que también Guarniz terminara fuera. Así ocurrió. Elidio Espinoza vio en él a un tipo desleal que abastecía de información a los medios en su contra. Guarniz se fue con su equipo de jóvenes.

Entonces ya había emergido la figura del hermano de Elidio: Delmer Espinoza. Y también la de la esposa, Regina Prado. “Ella quiso ponerse a evaluar psicológicamente a cada uno en la organización”, recuerda alguien.

Como muchos recuerdan, Roberto Prado había llevado a Ismael Iglesias hasta los linderos del coronel en retiro, aunque el hoy gerente municipal ha contado a la revista VEA que a la salida de un evento conoció a Elidio, se le acercó, lo saludó e intercambiaron pareceres y números de teléfonos.

Luis Alberto Sánchez, hoy regidor, también había ingresado un tiempo antes, pero se quedó. Él fue quien incluso le dijo a Guarniz que “el coronel ya no te quiere acá”.

A las finales, Delmer Espinoza se encargó de las firmas que otros habían conseguido, y con la colaboración de Sánchez, lograron inscribir oficialmente al movimiento que llevaría a Elidio a la alcaldía de Trujillo.

UNO FUERA. En ese momento, Elidio Espinoza aparecía generalmente rodeado de sus dos alfiles, Ismael Iglesias y Luis Alberto Sánchez, quienes poco a poco se ganaron su confianza. Definida la candidadura de Iglesias al gobierno regional, todo hacía suponer que Sánchez sería el primer regidor de la lista de Elidio. Hasta el mismo Sánchez lo suponía. Sin embargo, llegó de pronto Fernando Rojas y la cosa cambió.

Muchos indican que la cercanía de Rojas con Iglesias fue lo que primó, pero también es cierto que Rojas y Cecilia Vilca llegaron a tener el respaldo de la pareja Elidio Espinoza - Regina Prado. Sea como fuere, Sánchez sintió el golpe y la relación no volvió a ser la misma. Hoy, como se sabe, él ya no es más secretario general del movimiento.

EN EL PODER. Actualmente, en el entorno del alcalde de Trujillo se dice que son Elidio Espinoza, Ismael Iglesias y Fernando Rojas quienes dirigen el movimiento. Mientras que Delmer Espinoza es señalado como el operador a la sombra. Aquí, hay que señalar que el hermano del alcalde ha declarado hace poco que él no tiene ningún grado de decisión o influencia en la municipalidad, y que solo conversa con Elidio Espinoza en su calidad de hermano, y como tal también le da sus opiniones al ser economista.

En el entorno de la organización del alcalde, Delmer Espinoza, sin embargo, es señalado como aquel que evalúa los currículums y “mueve los funcionarios”. Según una fuente cercana al alcalde: “Elidio solo escucha a su hermano y a su esposa. Ismael (Iglesias) solo ejecuta”.

El cuñado del alcalde incluso ha dicho que Delmer Espinoza “es el Montesinos” de esta gestión.

CUAL SOLDADO. Pero hoy nadie duda de que políticamente y públicamente, es Ismael Iglesias quien ha marcado su dominio. Así, además de Cecilia Vilca, Julissa Cortez Becerra, gerente del Segat y recientemente designada dirigente, son cercanas a él junto a otros más. Pese a las críticas de la oposición, es el gerente general de la comuna quien sigue siendo el hombre de mayor confianza de Elidio Espinoza. Es, además, como un “chaleco” que recibe los golpes que le caen a la gestión y quien -como se ha afirmado- ejecuta las órdenes de arriba con la diligencia de un soldado raso.

TAGS RELACIONADOS