Nichos colapsados y miles de zancudos, es el ambiente desolador del cementerio distrital de San José, el cual permanece inundado tras veinte días de las intensas lluvias que azotaron toda la región Lambayeque.
En algunos lugares del camposanto, el agua llega hasta los 30 centímetros de altura, ocasionando que los visitantes tengan que ingresar descalzos a dejar flores u ofrendas a sus seres queridos.
“No han fumigado, mucha gente ya no vienen a enterrar a sus difuntos por miedo al dengue y porque no pueden hacer misas ni vigilias”, aseguró una pobladora.
Ante ello, la subprefectura ha solicitado la construcción de pabellones o el traslado de los cuerpos a otro lugar.