Otro motín en Penal de Chiclayo deja dos muertos

Los fríos barrotes del Penal de Chiclayo nuevamente se estremecieron ayer, cuando los internos levantaron su voz exigiendo mejores condiciones médicas por los males que los aqueja, pero sobre todo, por los reos que en las últimas semanas presentan tos, fiebre y otros síntomas asociados al coronavirus.

DETALLE

La mañana de ayer, al igual que la semana pasada, nuevamente la población penitenciaria quemó en sus pabellones colchones y telas para llamar la atención de las autoridades penitenciarias a fin de que sean escuchados y atendidos, pues aseguran que el coronavirus ya ha matado a por los menos seis internos, aunque el Instituto Penitenciario asegura no tener los resultados practicados a los presos que murieron con los síntomas.

Los internos de diversos pabellones, entre reos comunes y máxima seguridad, exigían la presencia de periodistas en el recinto carcelario para que trasmitan el descontento de la población penitenciaria que ayer se vio reflejada en banderolas donde precisaban: “Ayúdennos por favor, somos seres humanos, el covid-19 nos están matando. Sr. Vizcarra”, entre otras banderas que pedían medicamentos, mascarillas, alcohol gel para protegerse y no contaminarse, pues aseguran que en los últimos días hay más de 60 internos que presentan síntomas vinculados a la pandemia que afecta a la humanidad.

Pero su protesta fue más allá de las coloridas banderolas que exhibieron. Por momentos, los presos tomaron varias oficinas administrativas, como la del área Legal donde destrozaron el mobiliario y los documentos de cientos de internos que a diario presentan sus solicitudes pidiendo se le otorgue beneficios penitenciarios, pedido que difícilmente será otorgada al haber realizado los destrozos en varios ambientes del penal chiclayano que alberga a casi 5 mil internos y es el más hacinado en el norte del país donde existen 16 penales.

Además, los destrozos alcanzaron la infraestructura del Centro de Educación Básica Alternativa (Ceba) y ambientes donde se instalaron fotocopiadoras, computadoras y otros enseres.

Producto del motín, dos internos fallecieron. Uno fue identificado como José Roberto Heredia Carrasco (59), quien purgaba condena por el delito de violación sexual en el Pabellón C-1. la otra víctima no fue identificada hasta el cierre de la edición. Ambos murieron acuchillados.

Los reclusos, a través de llamadas telefónicas, solicitaron que el Ministerio de Salud inicie en el breve plazo el descarte, mediante pruebas rápidas, a los internos que tienen síntomas vinculados al virus. “Por favor, no esperemos que haya más muertos en el penal”, dijeron.

En tanto, los agentes penitenciarios mostraron su preocupación por la casi nula atención que le prestan las autoridades del sector salud al Inpe. “No nos otorgan implementos de bioseguridad y estamos expuestos a contagiarnos de covid-19”, indicaron.

Además revelaron que unos 16 agentes presentan síntomas de coronavirus y aun no se les ha practicado las pruebas rápidas y menos moleculares para determinar si están o no infectados.

“No deben esperar que mueren colegas para recién preocuparse de nuestra situación, hay colegas que están pasando difíciles momentos en su domicilios, aislados y aún no se les practica las pruebas de descarte para saber si están o no contagiados”, indicaron.

Precisamente cuando explicaban la difícil situación por la que toco atravesar a los trabajadores penitenciarios, una servidora de esta institución se desmayó en el patio del Penal y tuvo que se auxiliada por sus compañeros y un interno con conocimiento de medicina, debido a que en el momento no había personal médico para que la atienda y determine cuál es su condición de salud.

La misma preocupación ayer fue expuesta por las internas mujeres quienes arengaron desde su patio mayor atención de las autoridades del sector salud, pues aseguran que también hay internas que vienen presentando síntomas de la pandemia y hasta la fecha nadie ha hecho algo para ver su situación médica de las afectadas.

Las protestas también se registraron en el Pabellón de Máxima Seguridad, donde permanece el ex presidente de la Federación Peruana de Fulbol, Edwin Oviedo Picchotito, a quien sus compañeros llamaban para que diga alguna palabra a los periodistas, pero no salió al patio.

Situación similar pasó con el ex alcalde de Olmos, Willy Serrato Puse, a quien también sus compañeros llamaban para que hable con la prensa, pero este prefirió no salir de su celda, a pesar de que días antes en las redes sociales exigía atención médica al presentar los síntomas del coronavirus y pedía traslado a un hospital de Chiclayo.