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Por segunda vez el bar restaurant “Flor Delia” fue clausurado por la Municipalidad de Mariscal Nieto en el cercado de Moquegua. El negocio que operaba con la fachada de un restaurante, en realidad se dedicaba a la venta de licor durante las 24 horas del día, señaló el gerente de servicios a la ciudad Daniel Donayre Sánchez.

La diligencia ocurrió minutos antes del mediodía en la primera cuadra de la avenida Manuel Camilo de la Torre, en el segundo nivel del inmueble que tiene fama de albergar a quienes gustan de empinar el codo.

Policías municipales con el apoyo de efectivos de la Comisaría Central, llegaron al local luego que un poblador denunció que dichos negocio volvió a recibir a clientes, pese a haber sido clausurados hace dos semanas.

Los municipales encontraron a varones departiendo con bebidas alcohólicas y consumiendo un supuesto menú. Sin embargo en la parte más interna, en dos habitaciones encontraron a más parroquianos, algunos fuera de sus sentidos.

“Vamos a realizar la denuncia por desobediencia y resistencia a la autoridad. Ya lo hemos comunicado de eso a la Fiscalía”, señaló el procurador municipal Percy Zeballos, quien enfatizó que todos los locales que reabran sus negocios pese a la clausura hecha, incurrirán en el mismo delito.

Los fiscalizadores ediles, señalaron que la conductora del negocio se identificó como Vilma Araujo A. Ella reclamó a los funcionarios del por qué no cierra los demás negocios que por el sector funcionan con impunidad.

Luego se ordenó el desalojo de los parroquianos pues se sellarían las puertas de madera con clavos al no poder ser soldadas. Allí se produje una gresca. Ebrios no quisieron dejar la habitación y por la fuerza fueron desalojados. Finalmente, el bar fue cerrado.

El funcionario Donayre Sánchez, contó que tras iniciar el cierre de cantinas reciben amenazas por parte de los conductores de las cantinas y de sus clientes. Pese a ello señaló que continuará haciendo respetar la norma municipal.