Al medio día de ayer, luego de 17 días de su desaparición, el sexto cuerpo de la desafortunada tripulación de un bote, apareció a decenas de kilómetros de donde fueron hallados la quinta y cuarta víctimas.

De acuerdo a informes preliminares, se trataría de Willy Polloqueri Chambi quien fue encontrado en el lago cerca al distrito de Copani.

Drama. La peor tragedia lacustre de los últimos 10 años, se inició poco después de las 18:30 horas del miércoles 3 de octubre, cuando la noche cayó sobre el altiplano. Los siete ocupantes, la mayoría provenientes de las comunidades y centros cercanos a Copani, partieron del muelle de esta localidad, y tenían como destino, el muelle boliviano de Santa Rosa de Taraco a unos 10 kilómetros de distancia.

Esta información pudo ser recogida por los policías, pero las circunstancias reales, la carga, el horario de partida y la presencia de narcotráfico en la zona así como el silencio y la poca colaboración de los familiares, indican que el bote tenía una carga ilegal a bordo.

Para el 4 de octubre, es claro que los familiares estaban plenamente conscientes de que algo grave había pasado con los ocupantes de la embarcación; sin embargo, esperaron hasta el 7 de octubre para dar la alerta y movilizar a efectivos del orden.

La incertidumbre por el destino de las siete personas se extendió por cinco días hasta que la mañana del día 12 de octubre, encontraron el cuerpo de Juan Bautista Clares Nina (29) en una zona conocida como Huañacachi (Copani-Yunguyo). El cadáver presentaba marcas que, en primer momento, fueron tomadas como evidencias de estrangulamiento y tortura.

Sin embargo, el fiscal a cargo Hugo Vizcarra, descartó tal versión y precisó que la causa de muerte era ahogamiento.

El hallazgo del bote también sembró más sospechas pues, según pobladores de la zona estaba encallado en tierra y con los objetos intactos; por el contrario, los familiares de los desaparecidos declararon a las autoridades bolivianas que encontraron el bote volteado y flotando en el lago.

La zona fue un hervidero de especulaciones por la sospechosas circunstancias de la tragedia hasta que el día 16 de octubre a 13 días de la desaparición se avistó el cuerpo de Amelia Choquecota de Calizaya flotando a 10 kilómetros del puente internacional de la localidad de Desaguadero.

Apenas los familiares aceptaban la muerte de la mujer cuando, el día 17 de octubre, el cuerpo de Abelino Yujra fue devuelto por el lago; ese día fue doblemente trágico pues también encontraron el cuerpo de Telésforo Calizaya. Los cadáveres fueron repartidos entre las morgues de Desaguadero, La Paz y Yunguyo y faltó uno más, pues, al caer la noche del 18 de octubre, un bote llegó a Desaguadero trayendo el cuerpo de Francisco Clares. El lago que da vida, por esta ves dio muerte.

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