Así se recuperaron 150 piezas preincas que fueron profanadas de la Huaca San Antonio

Un total de 150 piezas preincas entre ceramios, mantos, utensilios y hasta una pequeña momia fueron recuperados por la Policía mientras eran empaquetados para ser comercializados por dos personas que se dedicaban a saquear los alrededores de la huaca San Antonio en la provincia de Jorge Basadre.

EVIDENCIA

Unas huellas humanas así como rastros de coca y cigarro encontrados por la madrugada en las cercanías del complejo arqueológico pusieron en evidencia el ilegal trabajo que realizaban Juan Mario Cornejo Rivera (45) natural de Puno, y Richard Alfredo Quiroz Neyra (37), de Arequipa, en la jurisdicción de Chaucalana. Ellos profanaban reductos arqueológicos de noche mientras desempeñaban labores de arado en la chacra de Bacilio Mamani Juanillo por las mañanas para simular su pasantía en la región.

Un sigiloso trabajo de seguimiento desarrollado por personal de la Municipalidad Jorge Basadre puso en evidencia el ilegal acto. Cerca de las 8:30 horas de ayer, la policía llegó a la zona entrevistando a Cornejo sobre su presencia en el lugar.

Tras allanarse la carpa se encontró en su interior varias piezas que estaban siendo limpiadas y empaquetadas para su retiro; junto al material que fue trasladado a la comisaría del sector se halló también a Quiroz Neyra, quien se encontraba oculto dentro de los fardos con piezas.

En la comisaría de Locumba se descubrió que Cornejo Rivera tenía antecedentes por saqueo de espacios arqueológicos. Ambos fueron denunciados por la comuna provincial por el delito de sustracción y alteración del patrimonio. Ambos reconocieron que se dedican al ilegal trabajo en Locumba.

Tras revisarse lo extraído del sitio arqueológico se contabilizó hasta 150 piezas que se encontraban en sacos y cilindros para ser retirados de la provincia y posteriormente comercializados en el mercado negro.

Al lugar llegó el alcalde de Jorge Basadre, Manuel Oviedo Palacios, así como representantes del Ministerio de Cultura, quienes corroboraron que el material pertenecía a la mencionada huaca.

La huaca San Antonio se extiende como un reducto arqueológico y cementerio donde se guardan joyas prehispánicas y de la cultura Chiribaya.