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En víspera del 27° Aniversario de la Policía Nacional del Perú (PNP) se realizó un reencuentro institucional en el histórico local del Escuadrón PNP, donde policías retirados departieron con los activos en amena camaradería, recordando sus actos de servicios y anécdotas, para ser tomados en cuenta por las nuevas generaciones de esa institución.

Esos hombres, con la autoridad que le dan los años de experiencia, recomiendan a los jóvenes que postulan a la PNP hacerlo por vocación de servicio para que luego siempre cumplan su labor con honestidad y responsabilidad.

Aquí las anécdotas de algunos de ellos.

José Aguilar Gonzáles (74), natural de Cusco, llegó a suboficial técnico, la mayor parte de sus 31 años de servicio los cumplió en la caballería montada. “Soy de la Guardia Civil, hice cursos en la escuela de caballería en Lima y me enviaron a Tacna siendo joven. Me decían ‘mozo de caba’, porque siempre paraba montado en el caballo, por eso hasta mis piernas están arqueadas”, dice con alegría.

LOS INCAS

Raúl Velarde Barriga (73), de Lima, cuenta que egresó de la entonces escuela policial Los Incas en Lima, y cuando llegó a Tacna cumplía servicios en las zonas rurales del departamento movilizándose en bestias de carga.

“El año 1975 hacía los patrullajes o rondas llamados ‘correrías’ en mulo, recorriendo más de 8 horas por agrestes y desiertos parajes del distrito Susapaya en la provincia de Tarata. Luego de retirarme de la Policía decidí quedarme en Tacna con mi familia”, indica.

El comandante PNP (r) Guillermo Rebaza Lora (67), de Lima, egresado de la ex Policía de Investigaciones del Perú (PIP) está orgulloso de que en sus 38 años de servicio estuvo en unidades operativas como el Departamento de Investigación Criminal (Depincri) y División Antidrogas (Divandro) de ahora.

Dice que ha perdido la cuenta de los casos resueltos en su labor como oficial y fue bastante estimado por sus subalternos.

Entre los años 96 o 97, siendo jefe de la comisaría Tacna (actual comisaría Central, de la calle Callao), en tiempo récord pudo recuperar los artefactos eléctricos y equipos médicos que robaron de la casa consultorio de un reconocido médico en la calle Arequipa del Cercado, siendo capturados tres integrantes de una banda y fue reconocido por la ciudadanía.

El suboficial brigadier (r) Osías Chávez Armas (68), nacido en Cajamarca, a los 22 años salió de la escuela policial en Lima y por orden superior llegó a Tacna y se quedó hasta ahora, ya que formó su familia y se encariñó con esta tierra.

Recuerda como si fuera ayer cuando tuvo que pernoctar con un muerto en el distrito de Ite, a orillas de un río formado por los relaves de una empresa minera, en el año 1970.

“Por la tarde fui comisionado para las diligencias de levantamiento del cadáver, pero cayó la noche y el juez instructor no había dado la orden, entonces me dijeron que no abandone mi puesto y así permanecí al lado del cadáver, solo y un poco asustado. En un momento quise retirarme para buscar guarida en una casa cercana, pero caminaba en la oscuridad y sentía que el alma del muerto me seguía, por eso opté por quedarme al lado del occiso hasta el día siguiente”, recuerda ahora años después.

Por su parte, el actual presidente de las juntas vecinales y miembro del Coprosec (Comité provincial de seguridad ciudadana), Héctor Cárdenas Cajas, dice que por años perteneció a Radiopatrulla y le pusieron el apelativo de “Diablo” por ser osado para enfrentar a la delincuencia.

Cárdenas cuenta que el año 1987 participó en el rescate de dos niñas de 4 y 6 años secuestradas por un enfermo mental, y en el 91 en una balacera y captura de la banda “Los Cusqueños” que habían dejado su patrullero como coladera.