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Luego de escuchar los pedidos de los alcaldes de Tarata y Candarave de declarar en emergencia hídrica a la región, el ministro de Agricultura Juan Manuel Benítes rechazó ello y aconsejó no alarmar sobre una posible sequía que afectaría próximamente a la región.

“Creo que todavía no estamos en una situación de emergencia. Yo considero que tenemos que ser prudentes a la hora de lanzar los mensajes, porque sino la población entra en crisis y entonces podemos generar incentivos perversos como el aprovechamiento del agua de manera no legal”, señaló.

El ministro llegó ayer a Tarata a bordo de un helicóptero, para luego dirigirse a Talabaya en el distrito de Estique, donde inauguró al mediodía un canal de regadío del programa “Mi Riego”. La actividad tuvo además la participación del presidente regional Omar Jiménez.

Según los últimos reportes que Benítes tiene en carpeta, indicarían un período seco en la región sur, más no el colapso hídrico, por ello pidió esperar lo que señale más adelante el Senamhi. “Estamos en un año que tiene un retraso de lluvia, un año relativamente seco pero no estamos todavía en sequía como para lanzar una emergencia”, explicó al término de la inauguración.

El ministro manifestó que se trabajará de manera distinta en las cuencas Locumba-Sama y Caplina, para ello se definirían acciones inmediatas dentro del plan de contingencia para superar el período seco, como el cierre de la represa de Paucarani, uso de los dos pozos en El Ayro, y el racionamiento hídrico en la agricultura y la población.

Benítes finalmente asumió la responsabilidad de cumplir con los compromisos hechos en el Consejo Descentralizado de Ministros en Locumba, entre ellos la ejecución de proyectos a corto, mediano y largo plazo, en el cual se encuentra el proyecto Vilavilani II, cuya modalidad de ejecución todavía no se concreta.

Por su parte los sectores donde la mortandad de camélidos primó a causa de la falta de bofedales, serían compensadas con forraje por parte de Agro Rural, estimó el ministro.