Impera el desorden y la ilegalidad en el barrio San José
Impera el desorden y la ilegalidad en el barrio San José

La invasión de más de 25 familias sobre el drenaje pluvial en La Tuna, la incursión de decenas de personas que venden bebidas alcohólicas en la vía pública y la inseguridad ciudadana son los tres problemas más resaltantes que aquejan a los pobladores del barrio San José, en la ciudad de .

RELLENO

Un vecino que prefirió no brindar sus datos personales por temor a sufrir alguna represalia -pero lo llamaremos con el seudónimo de Jorge- detalló que a tan solo dos metros de distancia del límite posterior de las viviendas, se encuentra el drenaje pluvial La Tuna, el cual se encuentra inactivo por los constantes rellenos con material de construcción por decenas de familias.

La finalidad de esta acción ilegal es ampliar hasta cuatro metros más el área de sus viviendas ofreciendo una entrada posterior mucho más limpia, amplia y ordenada.

Sin embargo, obstruyen el recorrido de las aguas generando un estancamiento en varias zonas del cauce, trayendo enfermedades dermatológicas y respiratorias a los vecinos residentes.

Por ende, Jorge denunció que dicha represa de agua verdusca mezclada con residuos sólidos y desagüe emana fuertes olores que ingresan a las casas, incluso, se ha creado un pequeño hábitat de animales como moscas, roedores y serpientes que, muchas veces, ingresan a distintos corrales matando a las gallinas y/o infectando los utensilios de cocina.

Además, cuestionó que representantes de la Municipalidad Provincial de Tumbes (MPT) hayan avalado esta acción ilegal cuando debió predicar con el ejemplo.

A su vez, Jorge expresó su preocupación ante una inminente crecida del río Tumbes en periodo de lluvias, ya que podría rebalsar las aguas verduscas contaminantes e ingresar a las viviendas afectando notoriamente a los miembros de las familias.

“A mis vecinos, poco les importó invadir el drenaje para ampliar sus casas. No se han dado cuenta que a la larga, esto podría generar una inundación mayor cuando venga una crecida del río Tumbes”, acotó Jorge.

ILEGAL

En el populoso barrio de San José también se evidencia la propagación de la venta indiscriminada de bebidas alcohólicas en la vía pública, generada por los mismos vecinos en cada actividad o encuentro familiar.

Esto conlleva a que por lo menos, en cada cuadra, los fines de semana saquen sus mesas con sus sillas y se ubiquen en las veredas o en las áreas verdes para libar sin remedio alguno pese a que existen normas legales que regulan su consumo, como también, contraten a pequeños grupos musicales para amenizar la actividad en plena luz del día.

En tanto, la comuna provincial no interviene de manera eficaz para prohibir el expendio de alcohol pese a que es de su competencia.

Esto, generalmente, ocurre en las calles Zarumilla, Los Manglares, Tarata, Tarapacá entre otras, donde se ofertan polladas o parrilladas a un precio accesible, acompañadas de música a todo volumen y cervezas por doquier. Sin embargo, esto conlleva a la presencia de infantes en dichas reuniones familiares, exponiendo su integridad.

Referente a esta situación, cabe indicar que nos es el ambiente correcto para un niño debido al expendio indiscriminado de bebidas alcohólicas que, mayormente, terminan en grescas afectando su integridad física y psicológica.

Otro problema recurrente es la proliferación de bares y cantinas en dicho barrio afectando la tranquilidad de los vecinos debido al alto volumen de los equipos de música por más de doce horas de funcionamiento.

El morador Raúl Rosales Romero cuestionó que dichos establecimientos abran sus puertas desde las 09:00 de la mañana hasta las 08:00 de la noche y, por ende, la poca inacción por parte de la entidad edil para verificar que hayan gestionado el permiso de funcionamiento respectivo.

Asimismo, en la calle Tarapacá, a la altura de las cuadras 2 y 3, diario Correo ha evidenciado que diversos bares están ocupando las áreas verdes para vender sus productos.

Lamentablemente, han instalado una estructura para ofrecer comodidad a sus clientes.

Según los vecinos, indicaron que se estarían apropiando de las áreas verdes de la municipalidad y, por ende, se está perdiendo el ornato y el orden en las calles.

Rosales indicó que, por lo general, siempre se presentan peleas dentro y fuera del lugar; además, que no se puede disfrutar de la tranquilidad del domingo por el alto volumen de los equipos de música.

Otro gran problema que ocurre entre las calles del barrio San José es la venta indiscriminada de combustible de dudosa procedencia en algunas esquinas de las principales avenidas como la Tarapacá y la Arica, por ejemplo.

Para estos casos, se ofertan la gasolina de baja calidad a S/ 3 por la botella de un litro y medio sin entregar una boleta de venta al conductor.

Esto podría ocasionar que el motor se malogre debido a la calidad de los aditivos que, muchas veces, podrían estar mezclados con agua.

A su vez, en nuestro país, quienes tienen autorización de vender estos productos inflamables son las grandes compañías como Petroperú, entre otras, porque cuentan con los permisos y gestiones de calidad.

Para ello, Diario Correo intento comunicarse con el subgerente de Comercialización de la comuna tumbesina, Juan López Vinces, para conocer las posibles intervenciones de su área pero no contestó ninguna llamada telefónica para una entrevista.

El ciudadano Raúl Rosales cuestionó que la Policía no decomise dicha mercadería inflamable ya que podría ser ilegal en nuestro país.

Cabe mencionar que otros de los problemas en la zona es la falta de infraestructura vial y la aparición de varios paraderos informales.

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